¿Estas celoso? / Emiliaco / OS.

ú n i c o .

—¿Sabes que podríamos estar durmiendo justo ahora, Emilio?—pregunto Joaquín en un susurro.

—Si, pero esto es más divertido— murmuro el mayor.

—No esta bien escuchar a escondidas— reprocho.

—Ni isti bin iscuchir a iscondidas— arremedo Emilio en tono de burla mientras recargaba su oído en la puerta de la habitación de su hermano mayor. Joaquín resoplo y rodó los ojos con evidente molestia, pero igual recargo su cabeza en la puerta.

En ese momento ellos estaban teniendo una de sus tantas pijamadas en casa de Emilio, todo era normal en su noche hasta que Emilio comenzó a escuchar algunos sonidos raros provenientes del cuarto de su hermano mayor; Diego.

Tenía la curiosidad de saber que estaba pasando en aquélla habitación, aunque no fuera nada difícil de adivinar, quería tener un poco de inocencia.

—No sabía que tu hermano tenía novia— murmuró Joaquín incrédulo, entre los tres solían tener mucha confianza.

—Shh— lo calló— ya vámonos antes de que nos descubran.

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—¿De qué quieres tu smoothie?— preguntó Emilio mientras seguía cortando diversas frutas para preparar el desayuno.

—Lo mismo de siempre— respondió mientras seguía embobado jugando con el celular de Emilio—. Entonces, ¿cuando es que Diego consiguió novia?— pregunto después de un momento de silencio. Emilio lo miró por un breve momento y regresó su vista a los smoothies.

—No lo se, probablemente solo tienen sexo por diversión— respondió—. Y de todos modos, ¿por que te interesa?— preguntó con disimulo en los celos que sentía.

Joaquín sólo se encogió de hombros restandole importancia, sin quitar la vista del celular.

—No es que me interese, solo es curiosidad.

—¿Curiosidad de qué, princesas?— preguntó una tercera voz adormilada que entraba a la cosina.

Ambos voltearon y encontraron a Diego, que ahora caminaba sin pena alguna por el lugar usando solo su ropa interior.

—¿Curiosidad de qué?— insistió.

—¿Quién es la chica que trajiste anoche? Yo pensé que eras gay— dijo en tono de burla Emilio. Diego solo rió.

—¿Sabes que a las personas les pueden gustar ambos sexos, no?— respondió obvio mientras caminaba a la nevera— oh espera, tu no lo sabrías porque eres todo un gay— Diego caminó hacía su hermano y despeino si cabello con su mano. Emilio lo empujo rápidamente.

—Entonces, ¿que hay de desayuno?— preguntó a su hermano.

—Para ti nada, estoy haciendo smoothies para Joaco y para mi.

—Preparame uno— pidió Diego.

—Hazlo tu mismo.

—Te estas volviendo malo— dijo con un puchero mientras miraba Joaquín que seguía muy concentrado en su juego—. Joaco, ¿no piensas que se esta volviendo malo?— agregó.

—Suena genial— respondió sin pensar.

—¿No tendrías qué estar en otro lugar?— intervino Emilio.

—Son las 9 de la mañana de un sábado ¿dónde debería estar?

—No lo sé, práctica de fútbol o alguna fiesta estúpida.

—Ninguna fiesta dura hasta esta hora y segundo ¿cual es tu problema? estoy siendo amistoso contigo y con Joa— menciono mientras pasaba su brazo alrededor de los hombros de Joaquin.