–Tienes que irte de aquí –pedí mientras cerraba la maleta a prisa.
–¿Co-cómo que tengo que irme? –el nerviosismo era notorio en su voz.
–Esto es demasiado peligroso, tienes que irte.
–Eso es lo que yo digo, Bambi. Esto es peligroso. ¿Y tú quieres que me vaya?
–Mira –tragué saliva y tomé aire para intentar calmar mi nerviosismo–. Yo ya estoy demasiado involucrada en esto, pero tú puedes irte y ahorrarte los problemas.
–¡Maldita sea Danbi! –exclamó y dio media vuelta alterado alborotando su cabello con evidente impotencia–. ¿Cómo puedo hacerte entender que no voy a dejarte?
–De ninguna forma permitiré que te involucres en esto, además –tomé aire–... tenemos que terminar.
–¡¿Qué?!
–No puedo... no puedo seguir contigo –mi voz tembló.
–¿Ese bastardo te dijo que terminaras conmigo? –cuestionó indignado.
–Son –evité su mirada–... reglas de la pandilla.
–¡¿A qué malditas reglas te refieres?!
–Él me dijo que solo puedo salir con gente de la pandilla y que, si quería seguir contigo, tu debías unirte.
–Perfecto, me uno.
–Estás loco –mofé sarcástica–. Tú no tienes idea de lo que es estar en una pandilla. Ellos no son tan drásticos con las mujeres, pero con los hombres...
–Danbi, no soy un tipo débil –sonrió de lado mostrando su pose altiva.
–Lo sé, pero no quiero que tú...
Mi voz se quebrantó al recordar aquellos amigos que terminaron muertos por asuntos de la pandilla, si eso llegara a sucederle a Bloo yo... yo... no podría vivir con eso.
–Haré lo que sea por protegerte y si tengo que unirme a esa maldita pandilla, lo haré.
–¡¿Cuantas malditas veces tengo que decirte que se cuidarme sola?! –mis ojos se aguaron.
–¡¿Y cuantas malditas veces debo decirte que no te voy a dejar?!
–¡Idiota! –al borde del llanto me abalancé hacia él para abrazarlo.
–Tonta –musitó mientras me acogía en su abrazo y acariciaba mi cabeza–. Nada ni nadie va a separarme de ti.
El tono de llamada en mi teléfono me obligó a separarme del abrazo para responder.
–Jimin, ¿qué sucede? –respondí.
–Tienes que venir –sonaba nervioso–... el profesor quiere hablar con nosotros.
–¿Qué?
–Apresúrate –cortó la llamada.
Miré la pantalla y solté un suspiro de cansancio.
–Tengo que ir a la universidad –le comuniqué a Bloo.
–Vamos.
Salimos a prisa del apartamento y llegamos a la universidad agitados debido al paso apresurado con el que habíamos ido.
–¿Me esperarás? –cuestioné soltando su mano en la entrada del edificio de mi facultad.
–Por supuesto dulzura.
Subí a prisa las gradas mientras veía a mis compañeros bajar entre pláticas y risitas, al llegar al último piso tomé un respiro y acomodé mi mochila en la espalda caminando a paso más lento intentando recuperar el ritmo de mi respiración. El teléfono en mi mano vibró con otra llamada entrante de Jimin a quien acababa de ver asomarse por la puerta de la clase, levanté mi mano en señal de "aquí estoy" y él bajó el teléfono de su oído para caminar hacia mí.
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RUDE
Short Story"Sé que no soy buena para ti, ni tú lo eres para mí, pero ¿Qué debo hacer si te amo? Y tú... ¿Me amas?" ----------------------------------------------------------------- Una historia original y completamente escrita por GabyO Todos los derechos rese...