Me pongo mi falda favorita,
Arreglo mi cabello desordenado,
Con esfuerzos y prisa logro un maquillaje agradable.
Durante el transcurso del día mi cabeza da vueltas,
En el camión, en clases, mientras desayuno,
Tal vez lleves una camiseta de botones,
Y en realidad no es que me importe mucho,
Pero siempre hay un pretexto para pensar en ti.
Cuento las horas, minutos, segundos para salir a tu encuentro,
Ansió verte,
Abrazarte,
Empaparte de mi amor.
Llega el esperado momento,
Con prisa tomo mis cosas
Y me despido con alegría inusual de mis amigos.
Antes de cruzar la salida recuerdo algo,
Tu dulce favorito,
¿Te alegraría un detalle como ese?
Me sonrojo al imaginar sonriendo agradecido mientras revuelves mi cabello.
Comienzo mi carrera,
Tomo un camión lo mas pronto posible,
Al abordar me acurruco en una esquina
Y escucho música.
Una canción tras otra,
Cada una me recuerda a ti de cierta forma,
Mi estomago se encoje por la emoción
Y sonrió de manera inconsciente.
Al llegar al tren me contengo,
No debería correr,
Llegare a tiempo, aun así.
Cuanto las estaciones con impaciencia infantil,
Dermatológico, Atemajac, Mezquitan...
Mi pulso se acelera poco a poco,
Y en un instante ya estoy ahí.
Mis pasos apresurados se abren camino entre la multitud,
Subo las escaleras y llego al parque,
Aun no llegas,
Pero no me sorprende.
Y aun así no se elimina mi enorme ilusión.
Me siento a esperar,
1:30, 1:50, 2:15...
Comienzo a preocuparme,
Pienso en llamarte, pero me contengo.
Algo me dice que todo va mal.
He hecho algo terrible.
Al mirar el reloj lo noto,
Son las 4 en punto,
Mi corazón se detiene,
Siento frio en la espalda.
Lagrimas se acumulan en mis ojos,
Una de ellas logra escapar y aterrizar en mi falda,
A cada lagrima que desciende más estúpida me siento.
Es inútil, tu ya te has ido,
Y yo sigo esperándote,
Como siempre lo hacía,
Aquí, en Juárez.
