único.

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Todo comenzó con una idea de Mingyu.

- ¿Y si le preguntas a una bruja?

Sonó tan ridiculo en ese entonces, acababa de rendir el último paso de su solicitud y estaba rebosante de nervios.

- No seas estupido, Gyu, esas cosas no existen- había contestado.

Los días durante el proceso de elección y selección de la universidad de artes a la que había postulado eran terribles para Minghao, esta era su oportunidad de demostrarle a sus padres que podía hacerlo, de lo contrario, tendría que aceptar intentar estudiar algo relacionado con el negocio familiar, que, si bien le gustaba y disfrutaba hacerlo, no le llenaba la vida como la danza.

Su audición había sido buena, estaba orgullo respecto a ella, en su examen teórico, también le había ido bien, estaba seguro de haber acertado casi todas las preguntas, en la entrevista no pudo irle mejor, la mujer que le entrevisto parecía haber quedado encantada con él, si era así, entonces ¿por qué no podía estar en paz?

El agobio se situaba en la boca de su estómago impidiéndole poder disfrutar de sus días libres, incluso esa cálida tarde del miércoles, donde se había reunido con sus amigos para almorzar en la casa de uno para hablar y ponerse al día, su mente no podía concretarse totalmente en la situación.

-          ¿Y si le preguntas a una bruja? – volvió a bromear una semana después su mejor amigo, Mingyu, aún concentrado en la estufa, después de escuchar su trágica situación en la que se estuvo moviendo. – Deberías tomarlo con calma en lugar de beber tu peso en vino.

Hansol, empujándolo juguetonamente, soltó una pequeña risa, sin despegar la mirada de lo que sea que estuviese escribiendo en su teléfono, él se sintió incluso más patético cuando no pudo responder algo apropiado y solo atinó a volver a llenar su copa.

Sus amigos intentaron animarlo después cambiando de tema, Mingyu había preparado pescado al horno con verduras salteadas, en las cuales tanto su otro amigo como él, intentaron apoyar marinándolas, fue divertido y algo que disfrutaron en demasía, especialmente porque el sabor era fresco y podía levantar su ánimo, aunque sea un poco, recordaron varios buenos momentos de la escuela al comer, todos queriendo regresar un poquito atrás en el tiempo para pensar mejor las cosas, no pasó mucho antes que el tema volviera a la conversación de una manera más ligera.

-          Esa es la universidad de mis sueños, chicos, y mi única oportunidad... - dijo después de un rato de silencio. – Quizá debería seguir la recomendación de Mingyu, contacto a una bruja y le hago un embrujo al director de la universidad para que me acepte.

-          Quizá si es una opción, - Hansol esta vez parece serio al respecto.

Él realmente resbaló del sofá y cayó al suelo al escucharlo de la impresión, por lo que sus amigos se burlaron.

-          ¿Pretendes que le haga brujería a un directivo? – su ceño estaba fruncido fijándose si su ropa había sido manchada en la caída.

-          No tiene que ver con eso realmente, tengo un amigo que lee el tarot y hace cosas de ese estilo, podría agendarte una sesión con él para que te despejes. Seungkwan fue con él hace poco y volvió muy feliz, no sé cuántos o qué tipos de lecturas hace, pero una debería ser buena para que te calmes, no puedes estar en crisis el tiempo restante hasta que te den la respuesta.

Mingyu pareció muy animado al respecto, acercándose a donde fue su asiento y sentándose ahí, sin darle la mano para ayudarlo a levantarse.

-          ¡Este será nuestro regalo de ingreso para ti! ¡Hansol! ¡Háblale a tu amigo y que te de la cita para lo antes posible!

La tarde pasó así, no quiso reclamar nada sobre su falta de creencia al respecto, ya estaba desesperado, peor no podía estar; agendaron su cita para el día siguiente. Esa noche se acostó temprano, después de tomar su medicación para dormir, solo cayó ante ella.

dudas. junhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora