Capítulo veintidós: Despedida.

62 0 0
                                    

        Estaba por decir que era de noche, pero luego recordé algo:

        Siempre era de noche.

        Digamos, entonces, que era la hora de dormir.

        Ya era la hora de dormir. Habíamos armado un pequeño campamento con todas nuestras cosas en un lugar sonde podíamos verlas.

        - Deberíamos organizar turnos para dormir.

        - ¿Qué hora es? - Preguntó algo nervioso.

        Me fijé en el artefacto. Habían pasado unos minutos desde que hablamos con Matthew de nuevo. -  Las 23. - Luego lo miré. Algo pasaba. - ¿Por qué preguntas?

        - Por nada. Yo tomaré el primer turno. Te ves agotada.

        Era cierto. Pero no podía quitarme de la cabeza que algo extraño pasaba. - Bien. - Me recosté, y cerré mis ojos. Al cabo de unos minutos sentí que Sebastián se movía, y los abrí, pero muy poco, para ver lo que hacía.

        Sacaba un paquete de pastillas de su mochila mientras iluminaba con una linterna para verificar que eran las correctas, y tomaba una con un buen trago de agua. En cuanto me miró, cerré mis ojos otra vez. Luego volvía a sentarse a mi lado.

        Me dormí pensando en esa imagen, una y otra vez.

---

        - ¿Jason? - Gritó Sebastián, mientras miraba por todas partes para buscarlo. Estábamos caminando otra vez, mi turno de vigilar había terminado hace unas horas y teníamos nuevas energías. - ¿Jason? ¿Estás aquí?

        Yo chequeé la pequeña máquina. Contacté a Matthew, que me respondió inmediatamente. Me alejé un poco de Sebastián y esperé que el apareciera en la pantalla.

        - Hola hola. - Dijo, con la misma alegría de siempre. Llevaba una gran taza de cartón de café en su mano. Atrás podía ver a mi nueva amiga y a todo el equipo trabajando con el mismo entusiasmo de siempre.

        - ¡Matt! - Dije, saludándolo. - ¿Qué tal las cosas por ahí? ¿Noticias nuevas? - Sebastián se calló unos segundos para escucharme y luego siguió llamando a Jason.

        - A la primera: Muy bien. Estamos logrando maravillosos avances. - Dijo guiñando un ojo, orgulloso. - A lo segundo: lamentablemente, no. - Hizo una mueca y chasqueó su lengua. - Los radares sólo indican presencia de ustedes.

        Suspiré. - Ya lo encontraremos. - Me convencí a mi misma y lo saludé una última vez antes de apagar la cámara y comenzar a marcar el trayecto que estábamos haciendo. Enseguida, la cámara se prendió otra vez.

        - NELLA, ESCÚCHAME. - Gritó alguien del equipo desesperado. Tenía a Matthew, Sophia y todos atrás suyo. Parecía que había descubierto algo.

        - SÍ, sí, ¿Qué pasa? - Dije, tratando de calmarlos.

        - E-encontramos algo en los radares. Algo distinto, no son ustedes. - Dijo. Pensé en Jessica y el niño pero lo descarté inmediatamente cuando siguió hablando. - No está cerca de la casa. Deben ir. Ahora. No hay tiempo. Te dejo las coordenadas en la pantalla.

        - Está bien. - Memoricé las coordenadas y las busqué en el mapa, luego de guardar la máquina en mi mochila. Marqué un punto, y luego me dirigí corriendo a donde estaba Sebastián, varios metros lejos de mi.

        - ¿Terminaste de hablar con "Matt"? - Dijo, en cuanto escuchó que estaba a unos pasos de él. Lo empujé levemente y lo di vuelta.

Sobreviviendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora