11:00 PM
Se levantó segura de sus pasos y caminó hacia la puerta que daba junto al balcón donde cada noche se asoma su hermosa silueta mientras ella disfruta de la ligera ventisca que mueve con suavidad su cabello.
Con sus yemas toca delicadamente los botones de las rosas mientras intensifica su olfato para disfrutar de su fragancia favorita. Cierra los ojos, dejando que sus manos le digan que es lo que está tocando. Inhala profundamente el dulce aroma que percibe una y otra vez; no se cansa de aquella fragancia ya que le recuerda a él.
Con seguridad, avanza hasta su cuarto mientras cierra la puerta tras de sí y con valentía sale del mismo hacia la sala donde escucha una voz ronca y peculiar. Ya no teme a caerse o tropezar con los múltiples objetos que hay en su casa, aprendió a caminar firmemente en la oscuridad que la ha rodeado desde hace 6 años
— ¿Qué me trajiste?
— ¿Qué crees que es? — el joven de mirada azul náutico mira orgulloso a su eterna novia quién baja las escaleras hasta poder encontrarse con él. Sus ojos delatan lo nervioso que está pero su decisión es firme y no piensa retroceder — toma — coloca en su mano una caja de tercio pelo para que ella pueda sentir el regalo que esta vez le ofrece
Sus manos recorren aquella caja hasta topar con un botón que espontáneamente se abre, dejando a la vista el hermoso anillo que estaba escondido. Conoció a Levi a inicios de la universidad y tiempo después se hicieron novios, el fue testigo del trágico accidente que marco a la joven de ojos grises, pero también fue el quién le dio valor para continuar con su vida como si fuera normal; ahora da un gran paso mientras pone delicadamente el anillo en su dedo anular — Levi... Esto es..
— déjame explicarte — ella no lo puede ver pero si puede sentir y escuchar todo lo que hace — Mikasa, quiero que te conviertas en mi esposa
Sus familiares y amigos son testigos del hermoso momento que se está presentando entre los pelinegros y esperan ansiosos la respuesta de la chica — no te quiero tener atado — sus ilusiones desaparecen al instante — no quiero ser una carga para ti
— no eres una carga — intenta no levantar la voz — eres la mujer con la que soñé casarme desde que te conocí
— ¿hablas en serio? — su ironía hace que una de los invitados quiera reírse pero unos ojos azules lo callan al instante
— bueno, no — se siente apenado y tonto, en su vida jamás había sentido interés por una chica y el primer pensamiento que tuvo hacia su novia fue "mocosa". Jamás pensó llegar a casarse o llegar a establecer un noviazgo, le falta valor para decir las palabras de corazón — sabes que siempre pensé que eras una mocosa molesta y problemática, que lo único que hacías era ir detrás de Eren y meterte en problemas por él...
— y ¿para que quieres a una mocosa en tu vida?
— eres muy terca — con pasos y voz firme se acercó hasta ella — Mikasa, tú ya eres parte de mi vida — tomó sus manos y las junto — este anillo solo representa la razón por la cuál hemos estado juntos
— y según tú ¿Cuál es la razón? — quiere llorar, jamás ha escuchado a su novio decirle Mikasa en situaciones que no involucren una discusión, sabe que sus próximas palabras definirán su posible respuesta