Capítulo 1

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Dolor, dolor y más dolor. Eso es lo único que puedo recordar aparte de jeringuillas, sangre y tener la sensación de estar drogada o peor, muerta. CRUEL nos van cambiando de sitio, o eso creo, porque nos tienen de aquí para allá. Ahora estamos en un tren enorme de varios vagones, presos de CRUEL dispuestos a llevarnos a otro sitio de torturas. Todos están sentados con las manos sujetas a unas cadenas que cuelgan del techo. Menos yo. Yo estoy en el suelo tirada, tanto mis pies como mis manos están sujetas por cadenas. De todos los que están en este tren, soy la que más ha puesto resistencia ante las cosas, la que más ha sufrido y la que más cosas se ha llevado, no entiendo el por qué, nadie lo hace. Creo que tienen miedo de lo que puedo hacer, miedo de mí.

Mi cara tiene que ser un horrible cuadro de heridas y moratones, toda pálida y sin vida. La droga que me metían en el cuerpo era para mantenerme dormida y no poder ni llamar la atención, ni revelarme contra ellos, lo que no sería la primera vez. Si me despertaba, tan solo podía quedarme en ese estado por un minuto, luego me desmayaba por un gran período de tiempo, aunque tardo un poco en despertarme del todo y asimilar lo que pasa a mi alrededor, eso me da más segundos para mantener los ojos abiertos.

Y este es uno de esos momentos, el gran estruendo que hacen los "presos" me despierta, mueven sus cadenas y gritan eufóricos, cosa que me desconcierta. Tardo unos segundos en abrir los ojos por completo, pero no sé qué está pasando y tampoco puedo hablar por la debilidad de mi cuerpo. Intento pasar de estar tumbada a estar sentada, pero eso no dura mucho. Cuando empiezo a escuchar el sonido de unas chispas por fuera, la droga me empieza a hacer efecto y vuelvo a estar tumbada, pero no cierro los ojos. Varios segundos largos después sentimos cómo el vagón en el que vamos se eleva en el aire dándonos un balanceo brusco que luego se convierte en leve. Cierro los ojos y no me entero de más.

El sonido del metal, de una puerta abriéndose, es lo que me hace despertarme de nuevo. Abro los ojos muy lentamente, pero los abro del todo por el susto que me da una persona al llamarme.

-Blue- me mueve el cuerpo bruscamente, consigo dejar de ver borroso y enfoco la imagen de mi alrededor.

-Thomas- susurro asombrada.

-Dios mío estás bien- me abraza con fuerza y me quejo por el dolor- Lo que te han hecho ha debido de ser horrible- me coge la cara con las dos manos, yo asiento.

-Ni te lo imaginas- río con debilidad y luego toso, haciendo que el cuerpo me duela.

-Quédate aquí, vamos a quitarte todo esto- dice Thomas haciendo que me vuelva a tumbar.

-No puedo quedarme despierta más tiempo- le informo.

-¿Qué? No, quédate con nosotros- cuando dice eso, una cabellera rubia aparece por detrás pero yo ya veo borroso y tengo la máxima necesidad de cerrar los ojos.

-Blue- su voz, la voz que tantas ganas tenía de escuchar está diciendo mi nombre.

-No cierres los ojos- dice Thomas- Eh, eh- me mueve y abro los ojos un poco.

-Thomas...Minho- murmuro, él se pone alerta- Minho no...- no puedo decir nada porque cierro los ojos del todo.

De nuevo, abro los ojos y me encuentro tumbada en un lugar extraño, es una sala iluminada con la luz de fuera, en el centro de la sala hay una mesa de madera. Me quejo cuando me siento, no me siento tan mal como antes y no tengo la necesidad de volver a cerrar los ojos, al parecer la droga ya no la tengo dentro.

-Hola- alguien me sobresalta a la izquierda- Lo siento, no quería asustarte

-Hola Brenda- ambas sonreímos y ella me abraza.

-Que suerte que hayas despertado, hace tiempo que te han traído antes que nosotros por lo débil que estabas- me informa.

-¿Acabáis de llegar?- pregunto confusa.

-Sí, hemos estado un tiempo liberando al resto- dice sonriendo.

-¿Y...?

-Te han sacado la droga que llevabas dentro, te han curado las heridas y has podido recuperarte tú sola- me explica.

-¿Estáis todos bien? ¿Thomas, Newt, Fritanga, Jorge...?

-Sí, todos. Están arreglando un barco para poder ir al refugio seguro, hemos rescatado a mucha gente que no merece seguir pasando el infierno que ya ha pasado

-Lo entiendo, pero sabes que Thomas no se va a echar atrás y va a seguir queriendo ir a por Minho, y yo le voy a ayudar. Quiero verles

-Ellos a ti también, estoy segura. Vamos- me ayuda a levantarme y por suerte consigo andar bien, aunque un poco lento ya que si lo hago más rápido me canso y tendría que sentarme.

Aquel lugar es bastante grande, son estructuras de piedra sin ventanas y sin puertas, algo así como un refugio apartado del resto de la gente, al menos de la que queda viva. Recuerdo entonces que ya ha pasado bastante tiempo desde que CRUEL nos cogió, entonces también recuerdo que Brenda no debería de ser Brenda, si no una Rara, porque el suero que la pusieron en aquel refugio solo la mantendría viva unos meses, meses que ya han pasado. Eso era lo que quería CRUEL, sacar el suero de los inmunes y combinarlo para encontrar la cura.

-¿Cómo te encuentras?- la pregunto.

-Bien, por ahora- me guiña el ojo y reímos. Llegamos donde Sonya, Aris, Harriet, Fritanga, Thomas y Newt se encuentran.

Nada más pasar la puerta, me choco con Newt, quien estaba dispuesto a salir de la sala.

-Blue- dice asombrado de verme.

-Newt- digo de la misma manera, nos cuesta unos segundos actuar, pero nos abrazamos a la vez y Brenda entra en la sala dejándonos solos.

-No sé qué hubiera hecho si no hubieras estado en ese vagón- me dice Newt en el oído, volver a escuchar su voz tan cerca me reconforta y anima a la vez.

-Tranquilo, ya estoy aquí- digo abrazándole más fuerte, él hace lo mismo, nos separamos y nos miramos a los ojos directamente. Parece mentira que nos tengamos tan cerca otra vez, sonreímos tristes y él me besa, un beso que yo le sigo rápidamente.

Maze Runner. La Cura Mortal (Newt & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora