Acércate

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Peter despertó en medio de una habitación que no era la suya, y por un momento lo único que sintió fue desconcierto. Un instante después todo volvió a él: las abrasadoras llamas, el denso humo impenetrable, la voz de aquella mujer incorpórea, el aturdimiento de la explosión... Gwen.

Aquel último pensamiento lo hizo reaccionar inmediatamente, Peter saltó de la cama, levantándose rápidamente, pero en cuanto sus pies tocaron el suelo una luz blanca invadió su visión y tuvo que sostenerse de la mesa en frente suyo para evitar caer.

—Demonios —susurró el chico, recordando que su espalda había sido la receptora de aquella explosión. Movió cuidadosamente sus músculos, probando el estado de su cuerpo... Había algo extraño en todo ello, con las heridas causadas por una explosión así no debería ser capaz de moverse, mucho menos de ponerse en pie, ¿cuánto tiempo llevaba inconsciente?

De repente volvió a considerar la situación... ¿Dónde se encontraba exactamente?

Una figura en la cornisa de la ventana, al otro lado de la habitación, respondió su pregunta. Wade. Estaba en la habitación de Wade. Aquella idea lo hizo sentir extrañamente inquieto.

Peter se acercó a la ventana, midiendo cada uno de sus movimientos para evitar despertar otra oleada de dolor.

—Con que esta es tu guarida secreta —dijo Peter, abriendo la ventana y deslizándose junto a Wade. Sus heridas se quejaron por el movimiento, pero no fue nada que no pudiera soportar—, esperaba algo más estrafalario de tu parte, este lugar parece bastante... Normal.

Por un momento Wade no reaccionó ante sus palabras, permaneció inmóvil, congelado en donde estaba, con un cigarrillo entre sus labios y el humo a medio camino de sus pulmones. Peter no pudo leer su expresión por completo, la máscara aún cubría la parte superior de su rostro —Wade la había levantado justo lo necesario para dar acceso a su boca—, pero podría haber jurado que algo desconocido atravesaba su semblante, un segundo después ya no estaba.

—Por fin despiertas bello durmiente. Comenzaba a pensar que la única forma de levantarte sería con el beso del verdadero amor —el tono de Wade fue el de siempre, pero había algo extraño en su voz, se escuchaba apagada, como si estuviese tratando de ocultar un excesivo cansancio—. ¿Cómo te sientes Baby boy?

—Bien —dijo Peter, evaluando su estado físico, aún confundido por lo rápido que se había curado su cuerpo, ¿o no lo había hecho?, ¿Cuánto tiempo había pasado inconsciente? Luego lidiaría con ello, por ahora solo había una cosa que necesitaba saber— Wade, la chica que estaba conmigo durante la explosión, ¿qué pasó con ella?

Wade sonrió levemente ante las palabras de Peter.

—Aún respiraba la última vez que la vi.

El cabello en la nuca de Peter se erizó.

—Wade.

—Está bien Peter, el fuego no la toco, tu espalda recibió todo el impacto por sí sola —aquello calmó los nervios de Peter, pudo sentir como la tensión abandonaba sus hombros—. Tus amigos del CSI se encargaron de ella.

Peter se relajó tras escuchar aquello, cerrando los ojos y dejando que el sol de la tarde calentara su semblante. Mientras Gwen estuviera bien el resto podía esperar... De repente, Peter estuvo consciente de un detalle, el sol golpeaba directamente en su rostro. Las manos del chico volaron rápidamente a su cabeza, confirmando lo que ya sabía. No llevaba su máscara.

En cuanto Peter volvió a abrir sus ojos, notó que Wade lo estaba observando, al parecer también repentinamente consciente del detalle de la máscara.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2021 ⏰

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Si Fuera A Morir MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora