Prólogo

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Bien caída la tarde de aquel julio en mi habitación, fue cuando no pensaba en nada en específico, más que en las cosas que había hecho hasta ese entonces... lo rápido que crecí, pensar que solo hasta hace un par de años era un niño perdido sin rumbo al cual ir o sin cosas por las que preocuparme, más que por uno o dos problemas que tenía en casa o en la escuela, alguna tarea sin terminar, algún examen para el cuál no estudié o una discusión que haya tenido con mi hermana en casa.

En fin. No hay mucho que deba especificar, más que esta mañana haberme despertado tarde y sin planes para este diá, más que volver a mandar una solicitud para ingresar a la universidad.

Mis estudios son algo en lo que he perdido el interés ultimamente, a pesar de haberme esforzado en ellos durante gran parte de mi vida, sinceramente, no me he hecho una idea clara sobre qué quiero ser de acá en adelante todavía, me gustaría saberlo, si, pero con lo incompetentes que me parecen las carreras de por aquí... en verdad, prefiero pasar de ello. Ir a otro lugar para estudiar es una posible opción, me gusta viajar, pero la idea de una rutina me estresa, más de lo que me gustaría.

Creo que por hoy, simplemente voy a pensar en cualquier otra cosa.

Me levanto de mi cama, en la cuál estuve sentado previamente, abro la puerta para salir. Paso a bajar las escaleras, cuando entonces lo escucho. Ese maldito grito otra vez...

- ¡DÁNIEEEEEL!

Ay no... otra vez no.

- ¡Dániel! ¿¡Se puede saber que carajo hiciste con mis gomas de pelo?!
Exclama una chica de pelo castaño claro.

Dániel:  Sofi, ya te dije, yo no toco tus cosas para el cabello.

Sofía: Y yo sé que nadie las tocaría, más que vos. Dale, decíme que hiciste con ellas.

Dániel: ¡Yo que sé! Andá a buscarlas bien, capaz que están el agún lugar de ese desorden permanente al que llamás habitación.

Sofía: Te calmas hermano, mi desorden al menos se entiende, no como el tuyo.

Dániel: ¿O sea que si vas a buscar?

Sofía: Mucha vuelta ya. Voy a dar otro vistazo, pero como no la encuentre más, me conseguís otras vos.

Dániel: Pero si yo ni siquiera me recojo el cabello.

Sofía: Pues no te vendría mal.

Dániel: Tomatela...

Yo quiero mucho a mi familia, incluyendo a mi hermana, pero eso no quita que odie discutirme con ella con cada mínimo problema que tengamos en la casa...
Estresante, pero que se le va a hacer

dani habla con su viejo

dani sale a cenar

dani presenta a sus amigos

dani se discute

dani decide salir al día siguiente

dani va al desierto a hacer vandalismo 



Amor sin límites (editando partes cringe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora