Wei Wuxian vagaba sin ningún rumbo con una maleta en la mano, después de todo la habían despedido en la casa donde trabajaba, no sabía dónde ir o qué hacer. Por muy estúpido que suene, no había pensado que haría en la situación de ser despedida. Por obvias razones, no podía ir nuevamente a su hogar en Yunmeng. No cuando seguramente Madam Yu le restregaría en la cara lo inútil que era al no poder tener trabajo por, siquiera, seis meses. Suspiro frustrada, ¡Que difícil era todo esto!
—¡Disculpe, señorita! —Grito una voz masculina desde su costado. Algo confusa, Wei Wuxian giro su rostro hacia su izquierda, encontrándose con unos ojos ámbar oscuros que la miraban con suavidad— ¿Estás sola Vagando por ahí? Es peligroso, más para una dama como usted. Si no tiene un lugar donde ir, puede venir con nosotros.
¿Nosotros?
Desvío sus ojos, antes fijos en el hombre de cabello largo y un rostro amable, para encontrarse con unos hermosos orbes ámbar, que le recordaron a las joyas de oro de su antigua señora. Si no fuera por largas pestañas y el ligero maquillaje natural, pensaría que estaría viendo doble. Si bien pensó que el hombre que le habló era bonito, viendo a la mujer que estaba a su lado, sentada tan seria pero tranquila, creía estar viendo una hermosa obra de arte. Su corazón latió rápido, haciendo que apretara más su maleta en un intento fallido de tranquilizarse.
—¿Me está pidiendo trabajar con ustedes, señor? —Preguntó Wei Wuxian para asegurar lo que estaba pensando. Si no era por eso, no veía razón para detenerse. Aparte, era ciertamente sospechoso que alguien de la nada aparezca diciendo que podías subir a su carruaje.
—Mn —Hizo un ruido la mujer, mirando una última vez a Wei Wuxian antes de fijar su mirada en la ventana a su derecha, viendo a las personas caminar y carruajes pasar. El hombre le dio una rápida mirada, sonriendo como si supiera interpretar ese sonido.
—Si. Me gustaría que sirvieras a mi hermana menor, Lan WangJi. Ella no tiene una sirviente, le vendría bien tener a alguien quien escuchar —Comento casualmente, haciendo que la mencionada Lan WangJi mirara de reojo a su hermano con una mirada que no logro comprender.
Wei Wuxian sonrió al escuchar el nombre de su nueva señora. ¿Servirle a semejante belleza? Ella no tenía problemas con eso. Además, le venía bien tener nuevamente trabajo.
Ese día conoció a los hermanos Lan, conocidos también como los dos hermanos Jade.
[. . .]
Lan XiChen le había platicado algunas cosas, entre ellas, que la residencia donde Wei Wuxian viviría de ahora en adelante, estaba recién comprada. Con curiosidad, la joven sirvienta le preguntó al hermano mayor sobre la razón, llevándose con la sorpresa de que Lan WangJi era viuda y que habían comprado la residencia para mejorar el malhumor que le trajo la muerte de su marido, buscando tranquilidad, un lugar para descansar. Fue entonces donde Wei Wuxian comprendió por qué su señora vestía de luto siempre, aunque también la había visto muchas veces con un vestido blanco con bordes y diseños azules.
—¡Daré lo mejor de mí para que la señora Lan WangJi esté de mejor humor! —Dijo con una sonrisa al escuchar sobre el malhumor de la Madam Lan.
—Si, te creo —contestó Lan XiChen, correspondiendo la sonrisa entusiasta de Wei Wuxian.
Los días pasaron agradables para Wei Wuxian. Cuando el sol estaba alto, ella le leía en voz alta a Lan WangJi, Su señora le preparaba la comida (Ella no era buena cocinando, en su antiguo trabajo era alguien más de limpieza y ordenes), o paseaban por los jardines de rosas, también recolectando flores en el camino, hablando un sin fin de cosas. Más temprano que tarde, Wei Wuxian se dio cuenta que tenía que hablar el doble, hablar por las dos. Su señora no era muy habladora, soltando monosílabos para contestar, o frases cortas y precisas si necesitaba algo. Su vocabulario se resumía en; "Mm", "Si", "no" y "Wei Wuxian". Pero a la joven sirvienta no le importaba, ya que era una persona muy animada, hablando por los codos de diferentes temas. Lan WangJi no parecía molestarle en lo más mínimo, parecía incluso agradecida por aquello. La relación entre ambas era íntima, o así lo sentía Wei Wuxian, más cuando ambas se habían permitido a la otra decirle por su nombre de nacimiento. Para Wei Wuxian, decir "Lan Zhan" era como saborear un dulce. Y que decir cuando su señora decía su nombre, se sentía derretir. Aunque lo último no pasaba muy seguido, dado a que Lan WangJi era una mujer educada y no le era fácil ser tan confianzuda con alguien.
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La Sirvienta y la Madam (WangXian Fem!)
Short Story❝-¿Me esta pidiendo trabajar con ustedes, señor? -Preguntó Wei Wuxian para asegurar lo que estaba pensando. Si no era por eso, no veía razón para detenerse. Aparte, era ciertamente sospechoso que alguien de la nada aparezca diciendo que podías subir...