Esclavo de mi mente

07

A punta de espada defiendo nuestras alas.

De las flamas lanzadas y de las malas miradas.

Si intentan lastimarte al fuego por ti voy a lanzar me, si intentan arrastrarte voy a salvarte.

Para ello tendré que soltarte y tomar tu lugar, para que te eléves y puedas volar.
No importa el enemigo, por ti a cualquiera desafío, no importa el muro, por ti lo saltaré, no importa la adversidad que se presente, por ti sin lugar a dudas la venceré.

Sin ningún remordimiento me sacrificaré, ante todo mal que frente a ti se llegue a ver, porque sin importar qué, me levantaré para seguir el camino al atardecer que junto a ti quiero recorrer.

Justo ahora nos separa un enorme abismo, tan profundo que la nada es lo único que se logra ver, tan ancho que ni un gigante podría saltar por encima de el, tan peligroso que ni el más valiente guerrero se atreve a  por encima de el pasar.

Y aunque mis palabras te parezcan vacías y sin significado, te puedo asegurar que vienen de un corazón descarado.

Solo soy un tonto, un debilucho, un despistado y muchos otros términos para un fracasado.

Pero te aseguro que sin importar el tiempo, el sudor, sin importar cuánto esfuerzo haga, aún si mis manos sangran y mis piernas caigan ante el dolor.

Te aseguro que me levantaré y ése enorme abismo algún día cruzaré.
Sin importar cuánto me cueste, para poder volar junto a ti.

Al atardecer caminar, por un sendero llenos de flores pasar y llegar al acantilado desde el cuál el vuelo hemos de alzar.

Al arrebol en el cielo mirar y ya en el aire voltear y ver tu acendrada sonrisa brillar sin igual.

Marcel.