Happy Birthday [Litcko]

Única parte

[N/a: Cuando les avise, les recomiendo poner la canción de arriba <3]

—Recordame porque acepté esto... —pidió Lit, aferrándose al brazo de Mati, con el rostro rojo, caminando junto a este.

Caminando de lejos, cualquiera pensaría que eran solo una pareja caminando, pero de cerca, se notaba que el platinado a duras penas podía caminar, y que su voz salía ahogada y jadeante.

—Porque es mi cumpleaños y no sabías que regalarme. —respondió el más alto, completamente calmado, sintiendo al menor aferrarse con más fuerza a su brazo. Lo podía sentir temblar, e incluso sentía sus latidos de tan agitados y fuertes que eran.

Se mordió la mejilla interna, presionando un botoncito en el pequeño aparatito dentro de su bolsillo. Instantáneamente, Mauro jadeó y casi cayó al piso, de no ser por lo fuerte que se aferraba al brazo de Matías.

—E-entonces... —soltó un jadeo bajito, y Nacho lo miró— Recordame porque... Sos mi novio... —los jadeos lo interrumpían, y Matías solo podía pensar en lo hermoso que se veía de esa forma; jadeante, rojo, con los labios hinchados, con el deseo plasmado en sus iris, aferrándose a su brazo...

Decir que adoraba cuando Mauro estaba así de sumiso era poco. Amaba verlo de esa forma, necesitado de él.

Pero también amaba cuando tomaba el control.

Amaba cada maldita faceta de Mauro Monzón.

—Porque me amas —respondió—. Aunque hay una razón más —agregó, inclinándose a susurrar en su oído—, amas como te cojo. —y apenas terminó de decir eso, presionó nuevamente el botoncito.

Lit gimió bajito, y Matías lo sostuvo de la cintura.

—Amas que te lleve al límite —siguió—, amas que te avergüence, que te castigue... —lo sintió estremecerse— Y por más que finjas que no te gusta esto, te encanta.

De ser posible, el rostro de Lit se puso todavía más rojo.

Matías no podía esperar a llegar a la casa y hacerlo suyo de nuevo, arrancarle la ropa y reemplazar el vibrador por su miembro.

Por suerte, solo tuvieron que caminar una cuadra para llegar.

Y apenas entraron, Matías ya estaba empotrando a Mauro contra la pared, sujetando sus muslos con firmeza mientras le devoraba la boca.

Sus lenguas danzaban entre ellas, provocando eróticos sonidos húmedos.

Sus manos recorrían el cuerpo del otro como tantas otras veces, memorizando lo que ya conocían de memoria.

Pronto estaban en la habitación, Matías entre las piernas de Mauro, quien estaba siendo desnudado salvajemente.

—¿Qué habrías hecho si te descubrían? —preguntó Nacho con diversión, deslizando los jeans del menor, dejando ver las medias hasta medio muslo rosadas, acompañadas de panties y ligueros— ¿No te da vergüenza? —preguntó, jalando suavemente el liguero— Andar por ahí con un vibrador en el culo y vistiendo esto... —preguntó divertido.

—¿De quien crees que es la culpa? —preguntó un jadeante Lit Killah.

—Respuesta incorrecta. —Y apenas terminó de decir eso, puso el máximo nivel del vibrador, sacándole un sonoro gemido al menor, que arqueo la espalda y se aferró fuertemente a las sábanas.

—Mati... —lloriqueó.

Ignacio tuvo que morderse el labio inferior. La imagen que tenía era simplemente fantástica.