Al nacer la hija de Afrodita, Hemna, ésta le da un don. El don de la belleza y el encanto, pero, ¿Qué pasa cuando los tres grandes, Zeus, Poseidón y Hades, caen rendidos por su belleza?
Tras una relación amorosa con los tres grandes, Hemna concede...
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—Un placer verte hoy Persa, antes que me respondas quiero pasar a la primera pregunta, es que estamos cortas de tiempo...
—¿Entonces esto será como un rapidín?
—Sii... nonono, digo que será rápido, pero para nada un rapidín, nada que ver con uno de esos.
—Aah eso pensé, pero si algún día quieres un rapidín conozco a alguien que puede estar interesada, aunque ya está algo tomada. Ella es súper hermosa y...
—Gracias, gracias por tomarte la molestia. Realmente debo hacerte las preguntas.
»¿Nombre?
—Hace un momento dijiste mi nombre por lo que sabes cuál es.
—Si, Persa, pero necesito que digas tu nombre completo.
—Mmm... Vale, Persa Sapphira Thais Zabat, el último nombre lo puso mi padre dijo que tener uno o dos nombres era muy ordinario, que su hija iba a ser especial.
—Esa es una interesante historia, muy bien pensado por Poseidón. Siguiente pregunta, ¿Qué edad tienes?
—Dieciocho años, estoy a nada de cumplir mis diecinueve.
—¿Color favorito?
—Colores amiga, colores, el blanco y el azul.
—¿Quién es tu padre?
—Lo dijiste hace unos minutos, Poseidón, creo que sufres de alzheimer, deberías ir al médico.
—Muy atenta, pero no.
»¿Te gusta alguien recientemente?
—Estoy en eso, no tengo nada de prisa.
—Bien, ¿Como es tu relación con tu familia?
—Increíble, es una relación muy fuerte. Tenemos nuestras altas y bajas pero siempre permanecemos unidos.
—¿Eres vir... perdón no sé quién escribió eso, olvida esa pregunta, ¿Algún secreto que quieras contarnos?
—No, ¿Sabes algo sobre la profecía?
—No, y de ser así no te lo diría.
—¡Ay que gruñona! ¡Pero mira! Ya sé acabó el tiempo, fue un placer hablar contigo, sé que aún te quedan como diez preguntas pero así es la vida, a veces no obtenemos lo que queremos.
