Capítulo Diescinueve.

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Mamá se había enterado de lo sucedido y sólo se río sin siquiera decirle algo a Elliot al respecto.
Verdaderamente adoraba a este chico, lástima que yo no pueda pensar lo mismo.

- ¿No se les olvida nada? - preguntó mamá antes de retirarnos del cuarto.

- No, mamma - le dijimos Tyler y yo en italiano.

- ¿Y Elliot? - le preguntó Ty a mamá.

- No debe tardar, fue a su casa por unas cosas - le sonrió.

- Al fin nos deshicimos de él - comenté.

- Morirías si yo desaparezco - me abrazó de sorpresa.

- Quita tus sucias manos de mi - le dije amenazando lo con la mirada.

Sólo río mientras quitaba sus manos de mi.

- Hola, campeón - saludó a Ty - ¿Ya listo para irnos?

- Así es, y estrenar mi balón - le brillaron los ojos.

- Me parece muy bien - le sonrió.

Bajamos hacia el primer piso, mi cabeza me seguía doliendo pero ahora el dolor había disminuido, mi hermano tenía que caminar en muletas por la altura en la que se había lanzado.
Sí, se trató de suicidar lanzándose desde el techo de su escuela, gracias a Dios no lo logró.

Toda la familia en Italia se enteró y no dejaban de marcarle a mamá, La nonna estaba asustada, el tío Flavio la calmaba, teníamos que ir a visitarlos.

- Llévate esto cariño - me habló mamá extendiéndome una bolsa.

Me voltee para agarrarla, al regresar mi vista hacia el camino accidentalmente choqué con alguien.

¡Aléjate de mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora