「 Prólogo 」

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Lee know, el buen amante de los felinos estaba desplomándose poco a poco en su propia cama

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Lee know, el buen amante de los felinos estaba desplomándose poco a poco en su propia cama.

Suaves frazadas color crema tomaban la responsabilidad de cubrirlo y mantenerlo un tanto alejado de todo lo exterior.

Cinco y media de la mañana, y él todavía no había reconciliado el sueño.

Vaya, ¿Hacía cuánto no le sucedía aquello?

Estaba en problemas.

Bufando suavemente por no poder irse al mundo de los sueños y de la inconciencia, finalmente se dió por vencido y dejó de mantenerse boca arriba, sentándose en su mismo lugar. Era un desastre, lo sabía.

Desde que volvió a su casa no había podido pegar un ojo en toda la noche, ¿Qué había de mal en él?

Y la misma pregunta pasaba en otro lugar, en otra casa y habitación.

Un despeinado australiano intentaba distraerse viendo la televisión, sin embargo varios canales habían dejado de emitir transmisión por la hora. No era como si Félix tuviese todo el dinero del mundo para darse el lujo de tener miles de canales en la tele, así que los únicos que podía ver, para su mala suerte, estaban proyectando películas de suspenso o terror.

Ah, justo de esas eran de las que no le agradaban mucho.

Al ver esto, manos flojas se dirigieron a su somnoliento rostro para pasarlas tibiamente sobre este, mientras tanto, risas leves escaparon de sus labios.

Reía por no llorar, sinceramente.

¿Qué había de mal en él? ¿Qué tan afectado tenía que estár para no ser capaz de dormir desde las doce de la madrugada?

Todo su día había ido de mal en peor, pero, intentaba no decaer, no tenía por qué sentirse mal, a sabiendas de esto tenía en claro que debía hacer lo posible por estár bien.

Pero... ¿Cuál fue el detonante para que tanto Minho como Félix estuviesen tan idos? ¿Tan mal?

Y otra vez la misma pregunta volvía a hacerse presente; ¿Qué había de mal en ellos?

"— Jisung y yo estamos saliendo, chicos."

Mierda, ahí estaba la respuesta.

Changbin y Jisung saliendo.

Desde que la noticia fue pública para los siete chicos, dos de ellos quedaron totalmente destrozados e inestables, sus corazones se sintieron estrujados toda la tarde, como si de papeles siendo arrugados se tratase, y pronto, si seguían siendo estrujados, quedarían del tamaño de una nuez, o peor.

Joder, que quedasen del tamaño de una nuez era la variante más posible en esos momentos.

Los dos estaban felices, por supuesto que lo estaban, ver a sus dos mejores amigos e... "Intereses románticos", tan felices, era un mimo al alma, pero luego estaba aquél inevitable malestar que sentían al recordar que ya no tendrían oportunidad alguna de ser correspondidos.

Ya no era ni el 1% de probabilidades, ahora era el 0%.

Seis de la mañana, y Minho y Félix sentían que sus corazones finalmente habían terminado de ser apretados, quedando del tamaño de una... Ah, de una jodida nuez.

 Ah, de una jodida nuez

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Ángel  「 m i n l i x 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora