-Por fin llegaste.
-Así es.- llegue hasta donde estaba y me senté a su lado.
-Estas hecha un asco.
-¿Por qué no te quedaste hasta el final?- esa pregunta tenía un rato rondando en mi cabeza.
-Supuse lo que pasaría, además tenía que hacer algunas cosas aquí en la carpa.
Mi vida con Kwami ha sido lo mejor que pudo pasarme después de quedar sin padres. Aunque la quería como una madre, no podía evitar pensar en cómo hubiese sido todo si mis padres estuvieran vivos. Muchas veces lo soñé. Soñé como mi padre me enseñaria a cazar y mi madre nos esperaría con una gran sonrisa, también en la posibilidad de tener hermanitos. Pero sólo es eso, un sueño imposible de cumplir.
-¿Crees que he tomado la desicion correcta?
-¿Quieres saber mi más honesta opinión sobre lo que has hecho?
-Si, te lo agradecería mucho.
Vi como se hacía el pelo a un lado y me miraba fijamente. Kwami a pesar de la edad todavía seguía siendo hermosa.
-Creo que la desicion que tomaste es lo más estúpido que has hecho en tu corta vida- eso dolió - ¿Se te olvido que esa familia fue la responsable de la muerte de tus padres? O, ¿ No se te pasó por la cabeza eso en ningún momento?
La observe un poco sorprendida, Kwami nunca sacaba a colación a mis difuntos padres. Siempre intentaba ser precavida en cuanto a eso, aunque ella nunca conoció a mi padre, si llego a tratar con mi madre, y por lo que me contó, era una mujer muy tranquila y que hasta hoy no entendía como fue que se vio envuelta en tal situación.
-¿En serio no pensaste en ese hecho?- volvió a preguntar Kwami- ¿Cómo crees que se sentirían tus padres al ver como su pequeña hija se empareja con el hijo de la familia que tanto daño les provocó?
Entender la realidad de sus palabras en ese momento me dejó un poco perturbada. Simplemente había estado pensando en el hecho de que alguien quería estar conmigo sin importar que yo fuera una mestiza. Y eso sólo me dejó con un mal sabor de boca y una presión en el pecho. Estaba traicionando la memoria de mis padres porque me sentía sola y menospreciada...
-¡Oh, Kwami! ¿Qué he hecho?- Ya no había vuelta atrás, la única manera de romper con el enlace, sería escapando del clan y no podía hacerlo. No podía escapar. Por más valiente que me creyera, yo no conocía nada de lo que habitaba fuera del clan. Yo no era nadie.
El deseo de nunca más ser vista por encima del hombro, ni ser tratada como un error, llegó con un gran precio. Kwami me envolvió en sus brazos intentando consolarme.
Volverme alguien estaba doliendo demasiado.
Luego de esa conversación, no había vuelto a salir de la carpa. Me sentía como una pecadora. Y lo peor de todo es que sólo estaba a una respiración de celebrar mi emparejamiento con Tyuri.
Dos días después de ese suceso, habían mandado a dos señoras que junto con Kwami me arreglarian para el ritual. No presté mucha atención a lo que me ponían y mucho menos a lo que decían. Esas dos sólo querían agradar al jefe.
Cuando terminaron me llenaron de halagos y palabras bonitas, lo cual me causó gracia. Hasta hace poco días, esas dos mujeres eran las misma que me miraban con desprecio y me trataban peor que a una bestia salvaje.
En cambio Kwami me miraba con lastima y eso me hacía pensar en escapar. Ella se oponía a la desicion que tomé. Hasta yo me oponía pero ya nada podía hacer.
No siempre se podía tener la felicidad y el prestigio.
Y aquí estaba yo, frente a un montón de personas que me despreciaban por el simple hecho de ser lo que soy. A punto de unir mi vida con alguien tan enigmático e imposible de descifrar.
Busque a Kwami entre todas esas personas, pero cumplió su palabra de no verme cometiendo el peor error de mi vida. Estaba sola, completamente sola.
Tyuri camino hasta mi, parecía un depredador en busca de una presa, y esa era yo.
-Ya podemos empezar.
Tomó mi mano y me llevo hasta donde su padre, el cual por ser el líder se encargaba de llevar a cabo el ritual junto a los demás ancianos.
Era un ritual muy sencillo, mientras Tyuri y yo nos quedábamos parados, cada uno de los ancianos avanzaba hasta donde nosotros y dejaba una marca con algo parecido a la sangre. Cada marca representaba algo, en los brazos representaba la fuerza, en la cabeza, la sabiduría y por último el pecho representaba la lealtad para con tu pareja. Luego de eso, el jefe del clan elevaba una oración al cielo, pidiendo por nuestras vidas y la de todo el clan. Para concluir cada uno tenía que cortarse para unir los lazos de sangre. Ante el clan éramos una pareja, pero todavía faltaba pasar la noche juntos para ser una pareja ante los ojos del cielo.
Todo paso tan rápido, que sólo parecía un borrón ante mis ojos. Apenas unos segundos yo estaba frente a Tyuri con los nervios a flor de piel, por lo que tenía que pasar. Sin embargo, ahora un desconocido me tenía subida a un caballo, cabalgando a un destino incierto.
Sólo esperaba salir viva de esto.
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Gracias por leer, espero que lo disfruten.
Byu~~
Disculpen cualquier error ortográfico.
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Bathy ( En Edición)
Short StoryBathy, era un lugar hermoso, sus tierras se extendían hasta donde el sol tocaba el mar. No había un pedacito de este magnífico paraíso que te desagradara, pero no todo era bueno. Los clanes que habitaban en Bathy no eran fanáticos de los cruces, per...