el testamento de amelia

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Hace muchos años, en un reino de catalán vivía Amelia, una princesa hermosa tal como la mañana, ojos bellos y piel de bebe todo aquel que la veía decía ¿qué hermosa doncella? y además de todo, era hija de un buen rey, lo tenía todo.

El único problema era que no podía disfrutar tanto de sus lujos, puesto a que tenía una enfermedad rara que nadie en el reino sabía cuál era la enfermedad que agobiaba a la dulce princesa. La historia de la enfermedad de la princesa llego a los reinos lejanos siete de los mejores médicos algunos reinos acudieron al llamado, al llegar al reino se pusieron como hormigas a la obra, para descubrir el mal y la comenzaron a examinar, los médicos tras dos largas horas examinándola y analizándola, se veían los unos a los otros dudosos, no descubrieron cuál era el mal que la afectaba, no tuvieron más remedio que decir al rey que el mal no se sabía que por lo tanto pronto moriría. Al oír aquello, el rey quedo sin palabras mando a llamar a condes, a damas y caballeros para que la visitaran y no se sintiera sola, mando una carta con sus mensajeros que decía: condes, damas y caballeros vengan a visitar a mi hija estáis todos invitados y así fue, por todos los reinos, al cabo de dos horas llegaron todos los condes, los caballeros y las damas a visitar a Amelia, todos suben a la pieza de la princesa y junto a ellos sube también su madre.

Amelia estando allí en su cama quejándose de su enfermedad y llorando se acerca su madre y le dice:

-hija, hija mía... ¿de qué mal os quejáis? Dijo la madre con sarcasmo, Amelia le responde:

-el mal que yo tengo, madre... bastante bien lo sabéis

- hija mía te debes confesar, después comulgareis y después de que seas comulgada, el testamento harás

Amelia se le hiso un nudo en la garganta, así como un ramo de claveles, al oír aquello que su madre le decía, porque sabía que dentro de poco iba a morir

Amelia llorando decía:

hay se me hace un nudo como los ramos de unas flores, lo decía una y otra vez, a todos los que estaban hay escuchando se le vinieron las lágrimas,

al rato vino el sacerdote a comulgarla y a confesarla, después de haber sido confesada y comulgada, tal como le dijo su madre ella hiso el testamento delante de todos los presentes y dijo:

-tres castillos dejo a Carlos, don Carlos mi hermano, tres más a mi hermana para cuando sean casados, el ultimo lo delego a los pobres, a los gitanos, mis cruces,mis manillas a la virgen, la madre de Dios y dijo de nuevo hay mi corazón se hace un nudo como un ramo de claveles, decía una y otra vez llorando, cuando ya yazca muerta padre y madre quiero ser enterrada frente a santa María con la lluvia y la nieve, ay, mi corazón se me hace un nudo como un ramo de claveles volvió a decir llorando la madre le dijo:

-hija, hija mía...¿a mi nada me vas a dejar? Amelia respondió:

-os dejare, mi madre más de lo que merecéis veneno me has dado que hacen arder mi corazón que para haceros con mi hombre madre me habéis matado, ay mi corazón se me hace un nudo como un ramo... de claveles

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2020 ⏰

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