Capítulo 7

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  Zee:

Han pasado tres días desde la encerrona que nos hizo Joss con los nuevos pasantes, seré honesto, el caso de verdad era muy grande, a simple vista se podía decir que un acuerdo no era la solución, pero habían otras formas de hacer las cosas y Joss no debió hacer algo como eso.

  Mientras los mocosos Kanawut y Natouch hablaban y explicaban como profesionales todo lo que había en el caso, trataba de poner atención, pero mis ojos se iban en dirección a Saint, ese maldito niño que me volvió a tratar como un prostituto, no sólo eso, puto ambicioso, esas fueron sus palabras.

  El que no alejaba la atención de mi amigo y la rabia me quemaba como nada antes, quería alejar a Joss de Saint, tomarlo del brazo y sacarlo de ahí, mostrarle que su atención sólo puede estar en mí, me di cuenta que él me provoca algo enfermizo, algo posesivo, animal y eso no me gusta.

  Cada vez que lo veo entrar en mi oficina mi pulso se acelera, mi boca se seca y quiero besar sus labios, quiero tenerlo otra vez, pero no me acerco, él nisiquiera me habla, a menos que sea para explicar algo de los casos que le delego, sus ojos nunca dan con los míos y quiero cambiar eso.

  Esto es tan demente, porque no debería necesitar a ese hombre de esa forma tan enferma, no tengo nada que ofrecer, no hay un espacio en mi vida para él, soy un idiota porque eso es lo que más me molesta, Saint no quiere un espacio en mi vida, no quiere que le ofrezca nada y nunca me sentí más despreciado en toda mi jodida vida.

  Estoy a una semana de casarme y no puedo sacar a Saint de mi cabeza, incluso con las constantes llamadas de Mild para ponerme al día con los detalles sólo puedo pensar en él, es una estupidez, una completa locura.

  Al menos todo el día de ayer estuve en tribunales cerrando casos, se suponía que servía para despejar mi mente, aunque me lo pasé mirando el celular esperando a que me llamara o me enviara un mensaje, tarde me di cuenta de que nunca le he dado mi número.

  Ahora estoy subiendo en el ascensor para ir a mí oficina, este día trabajo sólo hasta el mediodía, tengo planes con Mild para ir a ver los trajes de nuestra boda, así arreglamos los últimos detalles.

  Cuando las puertas se abren, camino directo a mi oficina, mi secretaria entra siguiendo mis pasos y me entrega mi té verde, me saco mi chaqueta y la dejo en el respaldo de mi silla antes de sentarme.

  -noticias- hablo sin mirarla.

  Enciendo el laptop para revisar los correo electrónicos.

  -los abogados han terminado y finiquitado cada caso que el señor Suppapong trajo, en la carpeta frente a usted están los avances del caso de la señora Scott, Gulf Kanawut lo dejó esta mañana.-

  Mi mente se pierde y su voz se vuelve lejana mientras llevo mis ojos a la carpeta frente a mí, ¿a qué hora llegan esos chicos?, además mis amigos y yo no hemos dejado de darles trabajo, eso quiere decir que hacen todo eso y además avanzan en el caso donde Saint corre con todos los gastos.

  -fuera- digo con tono serio mientras abro la carpeta.

  -pero señor-

  Trata de hablar pero alzo mi mirada y ella se va en silencio, ella después puede hablar de cualquier cosa.

  Comienzo a leer todo lo que escribieron ese par de pasantes, una sonrisa irónica se forma en mis labios, al ver que han hecho un resumen para nosotros, marcado puntos importantes, no es eso lo que me hace sonreír, es que después de usar toda la jerga de abogado, hacen pequeños recuadros donde nos explican cómo si fuéramos idiotas, es claro lo que hacen, se burlan de nosotros, es su manera de atacar y les daré un punto por eso.

Amando lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora