Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Ya en la mañana del siguiente día, Louis caminó con decisión hacia el edificio dónde se encontraba la oficina de Harry.
La verdad era que no sabía muy bien lo que se iba a encontrar pues se había quedado muy preocupado tras la llamada del empresario, la noche anterior.
Era la primera vez que otro ser se sentía atraído por él y eso le asustaba un poco pues a pesar de que estaba feliz por ello, tampoco quería que este se obsesionase.
El ojiazul había sido bastante independiente durante toda su vida y no estaba dispuesto a "cargar" con la histeria de nadie.
Al llegar al despacho de Harry, Louis ya notó el tenso ambiente que se respiraba, además de el terror en los ojos de las omegas que estaban allí.
—¿Qué es lo que ocurre?, ¿Por qué estás así?—preguntó nada más abrir la puerta.
—Oh joder Lou, al fin llegas...creí morir—dijo el empresario con la voz muy agitada.
El ojiazul rió incrédulo.
—Por Dios, Harry...ya te dije que vendría.
El ojiverde ya no podía soportar más, el hecho de estar a metros de distancia de este, por lo que caminó con decisión hasta estar próximos y sin vacilar ni un solo instante, lo agarró y lo besó intensamente.
Louis sorprendido intentó soltarse y resistirse pero pronto dejó de hacerlo pues la increíble sensación que comenzó a sentir lo hacía flotar en el aire.
Tras unos largos e intensos minutos, ambos se separaron y una tímida sonrisa de satisfacción, se dibujó en los hinchados labios de ambos.
—Me moría por hacer esto desde ayer—dijo entonces el alfa ojiverde—… por favor, no vuelvas a irte de mi lado.
El ojiazul chasqueó la lengua y rió nuevamente.
—En serio vas ha decirme que no puedes vivir sin mí...a penas nos conocimos ayer y la verd....
—Te estoy hablando en serio, Lou, ¿Acaso tú no sientes lo mismo?.
Uno breve e intenso momento de silencio se hizo presente.
—¿No lo sientes?—volvió a preguntar el empresario desesperado.
El ojiazul suspiró.
—Si, claro que siento lo mismo pero no de la misma forma que tú.
El ojiverde lo miró desconcertado.
—¿Qué clase de ser eres tú?, ¿Cómo es posible que siendo mi destinado no te encuentres tan impaciente como yo?
Louis se encogió de hombros.
—Olvidas que soy un alfa como tú y no un débil omega, harry...yo puedo perfectamente estar sin ti por unas horas.
El empresario asintió conforme.
—Bueno, puede que si haya exagerado un poco pero es que mi celo está próximo pues ya sabes.
El ojiazul sonrió lascivamente y se abrazó al ojiverde con fuerza.
—Tranquilo Hazza, no voy a irme...voy satisfacerte cuando lo necesites.
Tras escuchar eso, confuso, el rizado alfa se apartó y lo miró fijamente.
—¿De qué hablas Louis?, yo seré el que te satisfaga a ti.
El ojiazul entonces negó y molesto también se apartó.
—Soy un alfa y no voy a permitir que tú me marques y me poseas, yo lo haré.
—Pero Lou, yo jamás he sido pasivo, mi naturaleza es ser el alfa dominante.
—Entonces tenemos un problema, Harry, porque yo no seré tu perra.
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