parte 11 || Los Angeles 2/2

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N.N

Una semana de encierro después Louis y Darcy pueden ir a casa, Harry debe quedarse otra semana mas; pues sus shows privados fueron muchos y tenía uno la semana próxima. El día fue hermoso y mientras que Louis y Harry no salieron ni un segundo de su habitación, Darcy y Freddie se quedaron en el patio específicamente en la piscina disfrutando de sus últimas horas con el hermoso clima americano que bronceaba su piel, como desearía ella tener eso en Londres, su piscina parece mas bien una pista de patinaje en hielo, y ninguno sabe patinar.

Un pequeño incidente cuando sus dos padres se encuentran pegados al ventanal de su habitación, tal vez muy pegados... Son un asco, saben que los niños están justo allí, y los torturan con esa espantosa vista que por suerte solo Darcy logra ver. Louis es el primero en notar que la adolescente intenta llamar su atención. 

Con ademanes para que cierren las persianas y para que se detengan ella lo logra, y lo primero que hace es quejarse con sus padres. Son asquerosos, ahora nunca podrá quitarse esa imagen de su cabeza.

Ambos asoman sus cabezas por un pequeño agujero entre dos persianas, Harry podría decirse que en su rostro se plasma un lo siento, en el de Louis... Es algo difícil entenderle, pero seguro esta discutiendo con Harry por eso que seguramente fue idea del oji-azul. 

Darcy no dice nada mas hasta la hora del almuerzo, en donde una conversación incómoda la atormenta. Excusas y explicaciones que su memoria desearía borrar, aunque al final las cosas ya no permanecen tan incómodas como en la mañana y pueden volver a hablar como normalmente.

En la tarde es cuando todos salen con el equipaje ya en el auto, Harry y Louis deciden que una pequeña aventura para comer algo, no estaría mal. Además la pareja estaría separada por otro poco tiempo; tenían que aprovechar el poco tiempo que quedaba de los Tomlinson en la bonita California.

La familia llega al café minutos después de salir de su casa, el lugar es grande y abierto, y como siempre a donde los esposos vayan juntos encontrarán a pocas personas, Darcy supone que bastaron unas pocas llamadas para despejar el lugar, ya que en este caso solo unos pocos del personal que se encargaba del café. Los acuerdos de confidencialidad son entregados por uno de los guardaespaldas junto con Louis a su lado con una sonrisa algo incómoda y sus brazos recogidos tras su espalda. Darcy observa la escena, lo único que puede pensar es en todo esto. Ellos deben cerrar un restaurante entero y eso debe costar una fortuna, y deben repartir acuerdos de confidencialidad a quienes estén allí, ¿Es que será tan difícil ir algún día a un Starbucks repleto de personas y no tener que ir por allí repartiendo papeles para que todos cierren su boca...?

...Si que lo es. 

La bonita tarde se pasa rápido entre risas, charlas, confesiones y uno que otro reprendimiento por unas de las fuertes confesiones que Darcy o incluso Louis arrojan a la mesa, sin embargo es la hora de partida de Louis y sus hijos, pues Freddie tendrá unas vacaciones con su madre que le espera en Nueva York con su otra familia. Todos suben al auto y al cabo de media hora llegan al aeropuerto, pero como siempre el maldito piloto está retrasado, si el chico no fuera el hermano de uno de los amigos de Louis de seguro contratarían a alguien mas para aquel puesto.

El auto se estaciona justo en la entrada del lugar, ninguno sale todavía, pues pueden aprovechar otro poco mas de tiempo y acompañar a Harry, sin embargo cuando ese tiempo se agota Louis decide bajar con sus hijos abriendo las puertas del auto, y es allí cuando algunos periodistas apuntan hacia Louis, no entiende por qué hay periodistas allí. Nadie sabía sobre su viaje el día de hoy, no le da importancia, después de todo son como plagas escurridizas, pero estas plagas no se irán nunca; Harry, que se encuentra dentro del auto procura alejarse lo mas posible de la puerta abierta que bien podría delatarlos, aunque eso no pasa, en cambio y sin problemas Louis saca el equipaje con un poco de ayuda y tanto el oji azul como su hija se despiden cariñosamente de Harry que devuelve los cariños y finalmente los deja ir vigilándolos desde la oscura ventanilla del auto que le protege de aquellas cámaras.

El secreto de mis padres || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora