Cuando el auto paró en la entrada de una mansión estilo romana, Dorian me tomó la mano y se la llevó a los labios, un gesto tierno que me puso a mil. Le sonreí. En ese momento quise haberle hecho caso a mi conciencia y debí quedarme en la casa con Dorian.
En el camino a la boda casi no conversamos. El trayecto no fue muy largo y ambos estábamos metidos en nuestras cabezas.
La fila de autos se despejó y nos tocó bajarnos del auto. Los alrededores de la casa estaba lleno de hombre y mujeres con trajes negros y cara seria, estaban parados tan rígidamente y observando todo que me recordaron a los del servicio secreto que se ven en las películas.
Dimos nuestros nombres al hombre trajeado que estaba en la puerta. Nos buscó en su trableta electrónica y una china nos guió hacia la parte izquierda de la casa. La ceremonia se celebraría en una parte del jardín. Las sillas plegables estaban decoradas con rojo y dorado. Una alfombre roja, guiaba el sendero hacia el altar donde había un arco de hermosas flores con los mismos colores.
Los invitados empezaban a sentarse en su asientos y al mirarlos no reconocí a nadie. La verdad conocí solo brevemente a la novia hace dos atrás. Nuestros padres han hecho negocios juntos y son amigos.
La mujer nos indicó donde nos tocaba sentarnos y así lo hicimos. Nos sentaríamos en una cuarta fila junto a mis padres.
—¡Han llegado al fin!—Exclamó mi madre al vernos.
—Hola mamá, estás hermosa—Le salude dandole un beso y un abrazo. Realmente estaba muy hermosa. Su vestido era de gasa, azul, con mangas francesas y una falsa que caía suelta hasta el piso. Su cabello recogido en un moño francés y un juego de zarcillos y collar que hacían juegos. Mi madre Adara sabía cómo combinar las prendas y verse siempre sofisticada y elegante.
—Cariño, tú sí que estás Preciosa. ¡Mírate!. Dorian tendrá que mantenerte a su lado toda la noche.—Bromeó mi mamá.
—Nuestra hija es una belleza, Adara. Ven aquí cielo—Corrí a abrazar a mami Beta.
—¡Mami! También estás muy hermosa. Amo tu vestido.
Mami Beta llevaba un vestido verde sin mangas y escote V. El vestido abrazaba su delgada cintura y la falta también caía suelta hasta el piso.
—¿Y nosotros?—Ese mi papi Jorge preguntando por el y mi padre Alexander.
Me reí y fui a abrazarlos a ambos mientras Dorian saludaba a mi madres.
—Papás, ustedes están muy guapos y elegantes.—Besé ambas mejillas. Con sus esmóquines de gala mis padres se veían regios e imponentes.
—Estas Preciosa, hija.
—Es verdad hija, estás más hermosa esta noche.
¡Que zalameros!
—¡Gracias! Los amo.
—Suegros—Dorian saludó a mis padres estrechándoles las manos.
—Dorian, espero que la estés pasando bien.—Dijo mi padre Alexander.
—Que estés tratando bien a nuestra hija—Ese fue papi Jorge.
—Pueden dormir en paz.—Mientras hablaba, Dorian puso sus manos en mi cintura y me acercó a él— Mi esposa y yo estamos disfrutando estos días, ¿Verdad, cielo? —La pregunta la acompañó de un beso en mi cuello que me acaloró.
Mis padres fruncieron el ceño y me miraron con fijeza. Empecé a sonrojarme. El gesto y las palabras... imagine lo que estaban pensando mis padres ¡Bochornoso!
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Casada Con El Enemigo ©️ +18 Completa
De TodoNo se porque demonios siento un tremecimiento en todo el cuerpo. Él no debería hacerme sentir así. ¡Demonios! No quiero sentirme así con él. Pero que va, la vida no es perfecta y aquí estoy; haciéndome gelatina en los brazos de un hombre al que det...