♪·Dulce Melancolía·♪

"Comienzo traumático" parte III

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-Narración por parte de Tsukasa-

Luego de ese encuentro con la chica, hicimos el trabajo que nos había encomendado nuestro Jefe... Al llegar a ese lugar empezamos la masacre.

Amane siempre terminaba en un santiamén con sus contrincantes. No tiene estilo en lo que hace, él es muuuy aburrido.

Por mi parte; me encantaba escuchar esos gritos, lamentos y súplicas de aquellos a los que fuimos a asesinar; desgarrar la piel, quebrar sus extremidades, partir sus mandíbulas, ahorcarlos, entre veces cortarlos; preferia hacer todo a mano propia.

«El sufrimiento ajeno es exquisito...»

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Ya terminado el "trabajo" nos retiramos del sitio, debíamos reclamar la paga y ver si había a alguien más a quien matar... Hay muchos que tienen problemas con el jefe últimamente.

¿Quiénes eran?, No tengo la menor idea, sencillamente los asesino como se me es ordenado.

Tampoco es que me importe su identidad, de igual, solo son un montón de escoria que debe ser erradicada de este mundo.

«Aunque... Yo también soy una escoria...»

No soy un héroe, ni defensor de la justicia, no creo hacer nada agradable para el mundo...

Que más da pensar en eso ahora.

Sólo me complace matar. Este trabajo es lo mejor para satisfacer ese deseo, y de más esta la muy buena paga.

Soy lo que soy, otra cosa no puedo ser. Además, viviendo en esta ciudad es matar o morir, si no sabes defenderte y matar a sangre fría no sobrevivirás.

«Esa chica lo sabe... ¿No?»

Obviamente no. Y eso lo puedo aprovechar de algún modo.

Es joven, inocente, con piel suave y blanca... Y esos ojos escarlata; ese color tan llamativo y sangriento. Un cabello largo gris-claro con puntas color menta. Tiene buena figura; aunque con tobillos gordos... Bueno, la cara bonita que tiene será suficiente para atraer presas.

«No había sido tan observador antes...»

Si pudo captar tanto mi atención podrá hacerlo con cualquiera, eso será increíble «¿A cuantos podrá atraer...?» Tengo que idear algo para llevar a cabo mi plan. Y sobre todo, encontrarla.

«Esos muffin's que me dio eran deliciosos. Nadie me había dado algo antes...»

Aunque no se le debería agradecer a un asesino, pude matarla si quería.

...

—¿Qué te pasa Tsukasa? Has estado muy callado en todo el camino. ¿En qué piensas tanto?— indagó muy extrañado de que no hablara.

—Planeo algo para divertirme un poco más...—

—Divertirte... ¿Y qué harás?—