Hoy desperté por los rayos del sol golpeando suavemente mi cara...
Te busque entre las cobijas pero tú ya no estabas.
Me sentí vacío al no tenerte al despertar, al no ver tu cara aun dormida, al no poderte despertar con pequeños besos en tu cara.
Pero rápidamente mis fosas nasales fueron invadidas por un dulce aroma y mis tímpanos escucharon una melodía pegajosa.
Me levanté y me deje guiar por los aromas y el sonido.
Al llegar al lugar donde surgía todo, me encontré con algo maravilloso. Una pequeña figura llena de harina que se movía de un lado a otro cantando y bailando. En algunos momentos sostenia una taza de té y la llevaba directo a su boca para tomar un poco del liquido.
Te veías tan alegre bailando, brincando, cocinando simplemente siendo tú.
Te mire por varios segundos, hasta que te sorprendiste con mi presencia y me regalaste una de las sonrisas más cálidas.
Te acercaste me diste un pequeño y casto beso, que me inundó de alegría mi corazón y lo único que pude hacer fue quitar algo de la harina que cubría tu adorable rostro y dar un beso en tu nariz.
Escuché tu voz que me decía el Buenos días más hermoso que yo haya escuchado. Aunque me hayan dicho varias veces lo mismo no se compara con que tú lo digas cada mañana.
Te acercaste a mí con un plato lleno de panqueques cubiertos por miel y algunas frutillas y una enorme taza de chocolate caliente.
No me pude sentir más feliz, la persona que más me hacía feliz se había levantado temprano, me había preparado el desayuno y se encargó de inundar la casa con alegría.
El desayunar contigo es escucharte hablar de tus sueños o de que te despertaste y lo único que hiciste fue observarme hacer gestos mientras dormía o simplemente de la noticia que apareció en tu móvil a altas horas de la noche.
El desayunar contigo es ver cómo te llenas la boca de comida y tus mejillas se vuelven más regordetas.
El desayunar contigo es que me preguntas una y mil veces si me a gustado el desayuno, si lo has hecho bien.
El desayunar contigo es verte tomar dos o tres tazas de té y escuchar el porque el café no te gusta.
