Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Todos los derechos están reservados por Disney.
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POV Eric.
Desperté en mi habitación de sopetón y a juzgar por la luz del sol, creo que era alrededor de medio día. De pronto comencé a recordar todo: El festejo de mi cumpleaños, la tormenta... la explosión... yo cayendo al mar... el rostro de aquella chica tan hermosa... No se quién era, nunca la había visto antes y juro que conozco a muchas jóvenes del reino.
Di un saltó fuera de la cama y salí corriendo de mi cuarto. En el pasillo eme encontré a Grimsby.
— ¡Eric! ¡Vuelve a la cama! ¡Necesitas reposo! — exclamó muy asustado al verme de pie.
— Estoy bien, viejo... —un poco mareado, eso es todo, y no es algo que fuera a determe—. Tengo que ir a buscarla —balbuceé.
— ¿A buscar a quién? ¿Y a donde crees que vas con ese aspecto?
Había olvidado que traía puesta la pijama.
— Tengo que encontrarla, necesito verla... —si, lo necesitaba. Quería oír su voz cantarme al oído, quería ver sus hermosos ojos posarse en los míos. Mi corazón retumbaba con el simple hecho de recordarla...
— Pensé que todo esto se debía a que habías bebido agua de mar, pero ya veo que vas enserio —contestó él con ese tono de voz que solo utiliza cuando algo le parece una locura.
— Grim, yo la vi, lo juro. Ella me sacó del mar, estoy seguro de ello —lo sé, lo sé, lo sé. Ella estaba ahí, no fue mi imaginación, ella era REAL.
— Eric, sé razonable por favor —tomó aire—. En primer lugar, no creo que exista alguna jovencita del reino que ande nadando a esas horas por mar abierto rescatando gente. Y en segundo lugar, si ella te hubiera rescatado –que lo dudo-, ¿porqué no se quedó ahí contigo? No tendría porque haber salido corriendo, al contrario tendría que haberse quedado para recibir tu agradecimiento y el mío y por supuesto una recompensa por tan heroica labor —concluyó el consejero real.
— Quizás no quería ninguna recompensa por lo que hizo y prefirió mantenerse en el anonimato —refuté yo, negándome a creer que todo había sido producto del agua salada.
— Entonces no puedes hacer nada al respecto, ella no quiere que la encuentres —dijo con sarcasmo. Era evidente que Grimsby no creía ni una sola palabra de lo que yo le había contado.
— Ella cantó con la voz de un ángel ¡recuerdo la melodía! —grité casi histérico.
— Tranquilízate —pidió él, sacando un pañuelo de su solapa y secándose la frente—. Está bien Eric, digamos que hipotéticamente es cierto —yo asentí—, entonces dime ¿Cómo era ella? ¿De qué color eran sus ojos? ¿De qué color su cabello y su tez?
El corazón me dio un vuelco al escuchar sus interrogante, no recordaba todo, pero si algo de ella...
— Sus ojos eran de un azul hermoso... —lo recordaba a pesar de que en ese momento todo me daba vueltas—. Lo demás no lo recuerdo bien, pero lo sabré cuando la vea.
— Eric, por favor...
— Que alisten mi carruaje —le ordené con determinación.
— ¿Te has vuelto loco? —me miraba con sus ojos muy abiertos y yo casi me echo a reír.
— Si, lo estoy ¡por ella! —grité—. Te la voy a traer Grim y entonces tendrás que pedirme disculpas por haber negado su existencia y después de que acepte tus disculpas ordenaré que prepares todo porque mi boda será majestuosa.
— ¿BODA? —replicó él tosiendo de la impresión.
— Por supuesto, me casaré con ella —di la vuelta y eché a correr a mi habitación de nuevo. Tomé el baño más rápido de mi vida, me vestí y salí corriendo del palacio hacia el reino. La iba a encontrar, estaba seguro de ello.
Pero no la encontré... pese a mi entusiasmo. Fui a la plaza en donde siempre hay muchas chicas que van a comprar vestidos, libros o simplemente salen a pasear. Vi a muchas, pero a nadie con ese rostro que tengo intacto en la memoria. Fui a los parques, di vueltas por las casas, pasee por el muelle y el malecón , pero no, no la vi.
Regresé al palacio decepcionado por mi búsqueda fallida. Me topé con Grimsby en el vestíbulo pero él no me dijo nada; supongo que mi cara lo decía todo y el cree que ha ganado, pero está equivocado.
Pasé parte de la tarde caminando en la playa frente a casa con Max. Intenté apartar de mi mente todo el asunto de la chica heroína pero no pude, ni un momento, así que tomé mi flauta y comencé a tocar la melodía de su canción... la recordaba totalmente...
Max entraba y salía del mar, juguetón como siempre, pero estoy seguro que notaba mi decepción y tristeza porque no dejó de acercarse a mi y lamerme.
— Tu también la viste ¿verdad? —él me miró o eso creo porque los mechones de pelo gris tapan sus ojos—. Max, ella existe, lo sé... —Max ladró. Me entendía, él mejor que nadie—. Quiero conocerla, saber su nombre... ver su sonrisa, escucharla cantar de nuevo. Quiero que platiquemos de ella o de mi, o de lo que sea ¿¡que mas da!? Quiero llevarla a aquel lago tan bonito del otro lado del reino. Quiero invitarla a cenar, a bailar, a caminar por la playa... —mi corazón latía desbocado, ansioso de ella. Toqué la melodía una vez más porque me tranquilizaba y era tan dulce, después suspiré, negándome a rendirme—. Esa voz, no puedo quitármela de la cabeza... la he buscado en todas partes... ¿dónde estará?
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Notas del 20-08-2014: Tarán! Pues les confieso que esta viñeta iba a ser el capitulo 3 de "Aprendiendo a ser Humana" pero la verdad se me hizo que no iba de acuerdo a, aunque obviamente se relaciona al ser de lo mismo. Por eso decidí hacerlo a parte.
No sé cuantas viñetas serán y como lo puse en el Summary no irán en orden y estoy emocionada porque es la primera vez que hago esto de Viñetas en desorden (porque soy una obsesiva del orden xD pero What the hell baby?).
Notas del 07-06-2020: Sigo mudando mis fics, y si, tengo un fic de la sirenita, de hehco son dos, el otro ya lo voy a subir y además sigue publicándose :P
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La Sirenita: Viñetas
RomanceSerie de viñetas de momentos de la película. Momentos de Ariel y Eric. No necesariamente van en orden cronológico.