Solamente Sirius
I. Black
Las familias sangre pura como los Black hacían milagros con tal de mantener la pureza de la sangre en su linaje. El incesto provoca desastre y tragedia desde que alguien decide cometerlo. El milagro desastroso y trágico llegó a en forma de los trillizos Black en 1959, Sirius siendo el primero de los tres en nacer, negándose a esperar un poco más y llegando el 3 de noviembre, a solo dos escandalosos minutos de ser 4; Walburga Black posiblemente ya presentía los dolores de cabeza que el niño iba a causarle. Después, con un minuto y medio del día 4 de noviembre, llegó Orión, pequeño y muy ruidoso; Walburga no tuvo tiempo ni cabeza para verlo, Orión parecía traer de la mano al último de los trillizos Black: Sirio, muy tarde se daría cuenta que toda la vida lo llevaría arrastrando consigo.
La pureza de la sangre era un sinónimo de realeza y belleza, la única maravilla conseguida del incesto: los perfectos rasgos estéticos de aristócratas. Los trillizos eran preciosos, podrías quedarte horas apreciando su piel, sus ojos, sus manos y su cabello, y jamás tendrías suficiente. Al menos hasta que abrieran la boca y supieran usarla para mostrar el lado putrefacto del incesto: su jodido carácter, maldecido por toda una estirpe de sangre pura rígidos, viles y amargados. Sirius era demasiado escandaloso y osado, Orión era increíblemente manipulador y caprichoso, Sirio era más astuto y sigiloso. Juntos en Grimmauld Place, o cualquier otro sitio, era como tener a una turba preparada para llevarse toda la paz y atención consigo, aunque tampoco se podría ignorarlos al entrar en alguna habitación.
Su llegada a Hogwarts no fue la excepción de ser el foco de atención ¿hace cuánto que no se veían trillizos por el mundo mágico?
Apenas pasaron cinco personas cuando la profesora McGonagall llamó al primero de los Black: Orión, el sombrero apenas sintió su cabello imposiblemente negro cuando gritó "¡Slytherin!", con Sirio tardó un poco más antes de terminar gritando el mismo sorteo que al primer trillizo, después fue el turno de Sirius, el sombrero cubrió sus ojos y gritó "¡Gryffindor!". Todo se volvió tenso a partir de entonces. Los once años de vida que habían compartido se difuminaron considerablemente por el sorteo de sus casas, a Sirius no podía importarle menos, pero sus hermanos no compartían la misma idea, sin duda creían que era una vergüenza, una deshonra y jamás le perdonarían el haberlos dividido.
La hermandad que Sirius no pudo conseguir con sus verdaderos hermanos, debido al gigantesco bache que los separaba, la consiguió en James Potter. Él no era como Orión, que lo convencía de hurtar un par de cosas de la cocina para hacer enojar a Kreacher, James le proponía estupendas travesuras y las hacían juntos; Orión lo culpaba por lo que sea que hubiera hecho y escondía las manos sucias, James a veces se paraba frente a McGonagall y le confirmaba que era idea suya. Potter tampoco era como Sirio, quien pensaba las cosas detenidamente y hacía excelentes planes para poder avergonzarlo frente a todos mientras él se ocultaba, James iba por los pasillos simplemente lanzando maléficos al que mirara por más de tres segundos en su dirección; Sirio contaba verdades a medias, mentía sin enredar la lengua y nunca revelaba algo importante, James cerraba los ojos y se dejaba caer sobre él, hablaba sin parar y contaba más que cualquier persona normal.
James era su mejor amigo y con el paso de los años en Hogwarts, Sirius hizo amistad con un licántropo y con un regordete, se convirtieron en animagos y en una pequeña familia. Sirio y Orión, por su parte, se mantenían juntos siendo sus únicos amigos y confidentes.
Los problemas importantes, abrumadoramente importantes, se hicieron más evidentes que nunca cuando Sirius se dio cuenta que tal vez estaba enamorado de su amigo licántropo, cuando recordó que tenía verdaderos hermanos, cuando estuvo seguro que ninguno de los tres podía pasar por alto a Remus Lupin y lo peor: ¡Que Remus Lupin pudiera (y quisiera) estar con los tres Black!
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Solamente Sirius © [Wolfstar]
FanfictionLos problemas importantes se hicieron evidentes cuando Sirius se dio cuenta que estaba enamorado de su amigo licántropo, cuando estuvo seguro que ninguno de sus hermanos podía pasar por alto a Remus Lupin y cuando vio que Remus Lupin podía (y quería...