Diez.

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Al final, Orochimaru se quedó con el pergamino falso, utilizó un sello en Naruto y le puso una marca extraña a Sasuke, por lo que Percy no pudo tener su crisis a gusto, estaba más ocupada cuidando de sus dos amigos.

Percy tuvo que arrastrar a sus dos compañeros hasta un escondite.
Escogió un lugar cerca del río pues recordaba el mapa que Anko les había mostrado y recordaba que un río pasaba cerca de la torre. Después únicamente tendría que conectarse con el agua y sabría a donde dirigirse. 

Ella no podía dormir ni aunque quisiera, estaba demasiado ocupada cuidando de esos dos, estaba demasiado preocupada por el futuro de su otra yo.

Ya no quiero saber nada de eso, pensaba repetidamente. 

Pasó su mano izquierda por su antebrazo derecho, el tatuaje escondido debajo de sus largas muñequeras.

No quiero saber el futuro de esa Percy, no quiero estos poderes, no quiero tener la sangre de un dios.

Se mordió el labio inferior hasta que tuvo un gusto de sangre en su lengua, el dolor la ayudó a volver a la realidad, a su realidad actual al menos, miró al rubio y al azabache, ellos eran su mayor prioridad en ese instante. 

Se puso de pie y salió de donde se escondían e hizo tres sellos mientras comenzaba a moldear su chakra.

—Suiton: Mizurappa! —dijo ella mientras escupía un gran chorro de agua desde la boca. 

Bien podría haber movido una mano y el agua del río haría lo que ella estaba haciendo ahora mismo pero ya había olido a los tres shinobis que los espiaban y necesitaba preparar el terreno a su favor.

Aquel era el único jutsu de Suiton que se sabía, lo había aprendido pues sabía que no siempre podría estar en un lugar con agua así que ella tendría que generarla sola.

Percy siguió el olor de esos tres todo el rato, llevaban un buen tiempo ahí. Pensó tal vez que esperaban a que ella se cansara y estuviera medio dormida para por fin atacar y eso la hizo sonreír. Aunque estuviera dormida, para el momento que atacaran estaría en todos sus sentidos gracias al THDA.

Entonces por fin se movieron y se acercaron. Percy sacó sus dos katanas y fue a enfrentarlos, sin miedo alguno rondando por su mente.

—Será mejor que den media vuelta —les dijo ella, no encontrándose en el mejor estado mental—, si es que no quieren terminar muertos.

Eran shinobis de Otogakure.

—Grandes amenazas para una sola chica —dijo uno de ellos, el que tenía casi todo el rostro cubierto—. Será mejor que despiertes a Sasuke, queremos pelear con él.

El otro chico en el grupo tronó la boca.

—No puedo quedarme así cuando haz hablado de esa manera —entonces volteó a ver a su compañero—. Primero mataré a la chica y después mataré a Sasuke.

—Por mi está bien —dijo ahora la chica.

Percy no se iba a abstener con ellos, para ella eran unos cobardes pues decidieron atacarla los tres juntos.

Se concentró en su chakra y miró a uno de ellos, a la chica. Y la metió bajo el genjutsu más poderoso que tenía.
Kakashi se lo había enseñado tan pronto como supo que era del tipo genjutsu. Era un jutsu de rango D pero según su sensei ella había logrado convertirlo en un genjutsu de rango A.

Magen: Narakumi no Jutsu!

La chica se quedó congelada en su lugar. En su mente, ella se encontraba cayendo en un foso que parecía no tener fin. 
Cuando por fin dió contra algo, era agua y estaba helada, había voces susurrándole que se diera por vencida, que no tenía sentido seguir viviendo, ella estuvo de acuerdo y quería ser llevada por la corriente pero entonces se encontraba en la playa, el río donde había estado estaba a un par de metros de ella. La arena era negra y le cortaba al tacto, no eran más que vidrios rotos. Al respirar le dolía todo, su nariz, su garganta y en su piel comenzó a salirle un sarpullido. 

Abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora