•(5)°

10.3K 1.5K 1.8K
                                    

— ¿Dónde fue Jimin hyung?

Indagó el conejito removiendose en el nidito del castaño. Taehyung había cambiado las sabanas habiendo puesto unas limpias, por lo que el peli-rosa estaba intentando dejar su aroma, porque según él, olía muy feo.

O bueno, en realidad el olor a limpio había reemplazado el aroma del castaño, y a Jungkook no le gustaba.

— ¡Quédate quieta cosa! ¡Me vas a desarmar la cama! —. Taehyung lo sentó soltando un cansado y casto suspiro. Jimin aún no llegaba y sentía que la cosa le iba a terminar por dar dolor de cabeza.

— Estoy aburrido hyung —. Un puchero se hizo presente por parte de los labios del conejito acompañado de orejitas bajas. Ya se sentía lo suficiente cómodo como para comenzar a reprocharle cosas o hacer berrinches a gusto. O al menos con Taehyung.

— ¿Por qué mejor no te ponés los pantalones y el bóxer que te dejé? Llevo esperando casi media hora a que te vistas, tú sabes como, y esa camiseta sola no te abrigará —.

— Te dije que a mi colita no le gusta hyung —. Jungkook continuó removiendo en la cama disimuladamente para evitar otro regaño. En verdad el olor a limpio le molestaba mucho.

— Les hice agujeros a los pantalones para que no te molesten, así que anda, vístete —. Kim insistió un tanto fastidiado, pero al ver que este no acataba sus órdenes, tomó al conejo de las “Patas” y terminó por vestirlo con algo de brusquedad. Claro, todo intentando no apartar demasiado la mirada a ciertas partes levemente rosaditas. — Lo siento Conejito berrinchudo pero en esta casa se usa pantalones —.

Jungkook solo arrugó su naricita sin mosquearse por su comentario y acción. Por lo que en su lugar solo se limitó juguetear sobre el colchón, moviéndose de una punta a la otra y dando pequeños saltitos alegremente. Cayendo en cuenta que gracias al recorte del mayor, sus pantalones ya no se sentían incómodos.

— ¡Quédate quieto!

Pero...

— H-Hyung... —. El pelirosa se detuvo repentinamente mirando al mayor ahora con sus ojitos aguosos. Sorprendiendo a Taehyung y haciéndole creer que talvez había asustado al menor con su exclamación. Pero la verdad era otra — Hyung... “Pishhh” —. Jungkook señaló su entrepierna con una expresión afligida y preocupada. 

— ¿Q-Qué?  —. Pero el castaño lo miró confuso sin captar lo que este le estaba queriendo decir.

— ¡¡Pishhh!!

— ¿Pish? ¿Pichí? ¿Pis? ¡¿T-Te estás haciendo pis otra vez?! —. Taehyung se alarmó al verlo asentir energéticamente. —Uh ¡Creo que tenemos que comenzar a comprarte pañales! ¡Aguanta! —. Y exclamó antes de ayudarlo a incorporarse y guiarse hacía el baño.

Ya dentro de este, no tardó en subir la tapa del retrete y señalar el mismo.

— Tienes que sacar tu... C-Cosita, luego apuntarla hacia dentro, y relajarte —. Se explicó un tanto incómodo. En lo que este mordía sus labios nerviosamente y con algo de timidez se disponía a acatar sus órdenes.  — ¡Ey p-pero deja primero que me vaya! —.

— ¡No! ¡N-No se vaya hyung! —. Exclamó el conejito observándolo con sus orbes cristalizados y su manito ya dentro de sus pantalones. Apenas sí estaba intentado sacar su cosita, pero inevitablemente se ponía más nervioso al sentir como pequeñas gotitas comenzaban a escapar. — ¡No puedo! —. Y las primeras lágrimas bajaron por sus mejillas.

— D-Demonios... Bien, no llores Cosa, te ayudaré de otra manera...—. El castaño un tanto agobiado optó por bajarle los pantalones y sentarlo en el retrete. — Haz pichí sentado... —. Volteandose posteriormente dispuesto a dejar la habitación de una vez por todas. — Y cuando termines solo... —.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora