Mini historia: Como perderlo todo.

Parte 1.

Puede que fuera un día normal, yo lo recuerdo como el día en que perdí todo. Empecemos por el principio.

-¡¡LAURA!!- tan solo me desperté, mi madre me llamaba, ya era hora de ir al instituto.

-¡YA VOY MAMÁ!- dije gritando desde mi cama.

Hice lo de siempre, me duche, me vestí, baje a desayunar y me fui. Por el camino me encontré con mi mejor amiga Carolina, fuimos juntas al instituto, hablando de lo que haríamos hoy.

Cuando llegamos nos encontramos con nuestra otra mejor amiga, María, estaba hablando sobre que había llegado una nueva estudiante, Lucía, parecía maja y muy buena persona, fuimos a saludarla, saludo a todos menos a mi, no entiendí porque, supuse que no me había visto.

Entramos a clase y me encontré con mi novio, Alex, yo amaba a Alex, y él me amaba a mi, nos queríamos mucho, le di un beso y me senté. Fue un día normal, dimos clase, nos mandaron deberes y pusieron a Lucía en medio de Alex y yo, aproveché para hablar con ella, era muy maja, seguramente nos llevaríamos muy bien.

Al salir de clases María y yo, habíamos quedado, me dijo que no podía porque sus padres se iban a ir y tenía que cuidar de sus hermanas, le dije que no pasaba nada y yo me fui a casa, hice los deberes y me dormí.

Al día siguiente fui al instituto vi a Carolina y la salude, ella vino a hablar conmigo, me dijo que María ayer quedo con Lucia. Yo me quede confundida, ella me dijo que no podía, quería explicaciones, fui a buscar a María, la encontré hablando con Lucía, me miró y se fue. Antes de que pudiera llegar ya las había perdido, que raro María nunca me había dado la espalda. Me di la vuelta y me fui a clase, encontré a Lucía hablando con Alex, estaba encima de la mesa de Alex y él sentado en su silla, cuando fui a saludarles, lo que en realidad hice fue salir corriendo, se estaban besando en mi cara, Lucía se había percatado de que lo había visto, así que me fui de ahí lo antes posible, quede humillada delante de todos mis compañeros y ni siquiera se había atrevido a decirme que quería estar con ella o algo, solo me dejó en ridículo.

Estaba en el baño, sola, llorando de la impotencia, de la tristeza, no lo se, diría que de todo, solo se que no quería que nadie me hablase, ¿como me pudo hacer esto?, nos amábamos o eso era lo que yo creía, ¿por que?, todo es culpa de Lucía, sabía que era raro que no me hubiera saludado el primer día ya que me vio perfectamente pero yo pensé que no, tendrá algo contra mi, pero yo no la he hecho nada. Ella sabía que yo estaba allí, delante de ellos, mirándolos, dolida, y le dio absolutamente igual que la novia del chico que estaba besando estuviera allí. De repente alguien entro, me limpie las lágrimas, era Lucía, que venía a reírse de mí porque al parecer le encanta.

-Ay pobrecita la han roto el corazón- dijo riéndose. Detrás de ella estaba María, acompañándola, sentía que la había perdido, y a él también, pero...¿¡QUE LES HABÍA HECHO!?... No entendía nada, solo me quedaba Carolina. Aunque me di cuenta de que ella también estaba de su parte, ya que en ningún momento me pregunto si estaba bien o si me pasaba algo, y me vio salir corriendo de la clase, ni siquiera se molestó en seguirme para ver si estaba bien, solo paso de mi, como si no fuera nada.

- Me habrán roto el corazón pero yo por lo menos no soy un zorra como tu, que lo único que quieres es meterte en la vida de alguien porque tu no tienes una, y sabes lo que te digo, compratela perra, a mi no te vuelvas a dirigir, en lo que te queda de vida, ¿¡TE QUEDO CLARO!?- sin esperar respuesta salí del baño pegando un portazo, por si no le había quedado claro que estaba muy enfada, y no estaba para aguantar sus tonterías, te juro que te arrepentirás Lucía.

Lo que más me había dolido era en la forma en que los había perdido, porque yo no he hecho nada, solo los he querido con todo mi corazón, y así es como me pagan todo el cariño que les he dado, no puede ser, que se creen que soy, una moneda de cambio, más quisieran. Veo que las personas pueden ser muy manipuladoras, y mentirosas, en cualquier momento se van de tu vida dejándola hecha un desastre, dejándote con el corazón roto y con veinte puñales en la espalda, ya que eso es lo que quieren, no tienen otro propósito en la vida, tú les das toda tu confianza, les das todo de ti y así es como acaban las cosas. Lo peor es que ella había conseguido quitarme a todos los que me importaban en dos días, y le había sobrado tiempo para poner a todo el instituto en mi contra. Ahora él y ella son novios, mis amigas son sus mejores amigas, y se lleva genial con todo el instituto, así que espero que le aproveche, porque yo no voy a entrar en su juego. Por mi que le den a todos.