Abismo.

Once.

Percy durmió por un día entero en cuanto llegaron a la torre, en contra de su voluntad.

En el camino ahí se habían topado a unos shinobis de Amegakure, para ese momento Naruto y Sasuke ya estaban despiertos. Sasuke demostró un gran aumento de poder mientras la marca que le había puesto Orochimaru crecía y rodeaba su cuerpo entero aunque fue retenido por el dolor que le causaba, entonces Naruto tomó la iniciativa mientras Percy miraba, acompañada de Kabuto quien había aparecido ante ellos. 

Sus compañeros de equipo habían hecho muchas preguntas sobre como es que tenía los dos pergaminos y por qué su ropa estaba manchada de sangre. Ella les dijo que les respondería cuando durmiera.

Cuando despertó, hubiera preferido no hacerlo. 
Al llegar a la torre, Sasuke le había apretado algún nervio, obligándola a dormir, pero para ella eso significaba pasar su tiempo en la otra realidad. Le había gustado mucho tiempo, sobre todo al principio, pero ahora no quería saber nada más de eso. Durante su enfrentamiento con Orochimaru y los ninjas de Otogakure, había desbloqueado sentimientos que no sabía que guardaba. Se había sentido miserable, perdida, y no creía que aquellos fueran sentimientos que una niña de 12 años pudiera guardar.

—¡Percy! —la voz de Naruto la sacó de su trance, y el peso de su amigo la llevo de vuelta a aquella realidad. El rubio la abrazaba con fuerza y Percy recordó que en su trayecto hacia la torre, había sentido la mirada angustiada de su amigo muchas veces sobre ella.

—Aléjate de ella, está herida —le recordó Sasuke y Naruto se apartó tan rápido como pudo, pidiendo perdón repetidamente. A Percy en realidad no le habían molestado sus heridas cuando el rubio la abrazo, pero cuando Sasuke las mencionó, comenzaron a doler y arder como el infierno.

Su consciencia parecía estar apenas regresando a su cuerpo, no tenía idea por cuanto tiempo había estado dormida. 

—¿Ya nos vas a contar como es que teníamos los dos pergaminos? —le preguntó Sasuke entonces, intentando mirarla a la cara lo menos posible. Aquello hacía que su ira incrementara y también su vergüenza. No había podido hacer nada por Percy porque se encontraba desmayado en ese entonces, al ver las condiciones en las que estaba la azabache, había querido volver a donde estaban los ninjas de Otogakure y terminar con el trabajo. 

Percy tomó un respiro, intentando poner sus ideas en orden. Tenía que enfocarse, ahora la Percy de Manhattan no importaba, estaba en los exámenes Chūnin y eso debía ser su prioridad más grande, sus compañeros contaban con ella. 

—Orochimaru se deshizo de un pergamino falso —comenzó ella—, yo siempre tuve el verdadero, se los hubiera dicho si hubieran estado conscientes. Entonces, los shinobis de Otogakure decidieron atacar y fue mera coincidencia que ellos tuvieran el pergamino que nos faltaba. Decían que iban a matar a Sasuke pues esa era su misión. Como sea, Rock Lee llegó y me ayudó a deshacerme de ellos, tomé su pergamino y el resto ya lo saben.

—¡¿Ese Cejotas te ayudó?! —preguntó Naruto, había sorpresa en su tono y en su mirada, aparte de una emoción que Percy no pudo descifrar. 

Percy asintió mientras revisaba sus vendajes, la mayor parte estaban empapados en sangre. Tenía que cambiarlos ya.

—Déjame ayudarte —dijo Sasuke, acercándose a ella con su propio botiquín.

Naruto solo pudo observar, él no tenía experiencia alguna en aquello, por lo que prefirió no meterse.

—Pst, ¿cómo está esa marca rara? —le preguntó Percy a Sasuke, aprovechando que Naruto parecía perdido en sus pensamientos. 

Y Sasuke no pudo si no sorprenderse por la pregunta. Ahí estaba ella, con la espalda y las manos cubiertas de cortes pero parecía más preocupada por él.