Las Locuras De La Batifamilia

Sustos en la mansión.

<<¡Agh, estúpido Grayson!>> Pensó Damian mientras acomodaba con movimientos bruscos el sleeping bag dentro de su tienda de acampar <<¿Cómo se atreve a recomendar ese tipo de películas?>> Al oir su propio pensamiento se congeló por un segundo y luego agregó como para convencerse a sí mismo <<Claro, no es como que me haya asustado o algo... Una bruja que se lleva a los niños, para coserles los ojos... ¡Inexistente!>> Bufó y pensando esto se acostó no sin antes su cuerpo hacerle una jugarreta con un intenso escalofrío.
Por otro lado Tim se preparaba a dormir plácidamente en su cabaña, sin embargo algunas imagenes de la película, que aún rondaban por su cabeza, le negaban este deseo.<<Está bien..no importa, es ridículo....y de cualquier forma aunque la bruja fuera real y decidiera venir por nosotros, lo único que tendríamos que hacer sería mostrarle a Damian y se iría corriendo, estoy seguro>> Con este último pensamiento se forzó a cerrar los ojos.
Los otros dos mayores, no se habían molestado en pensar de más en la película.Dick estaba demasiado asustado y Jason demasiado cansado para hacerlo, así que ambos, de diferente forma y en diferente tiempo, se las habían arreglado para quedarse plenamente dormidos. Jason apenas tocar la almohada y Dick después de taparse hasta la cabeza con las mantas.
...
Después de un rato los cuatro Robins se encontraron sumergidos en los brazos de Morfeo.
Estaban en tan profundo sueño que no se dieron cuenta en qué momento cuatro sombras se acercaban a sus tiendas de acampar y una por cada muchacho se metía a las casas sin hacer ruido alguno.
Las sombras con expresión maliciosa rociaron un gas en los rostros de los chicos ingeniándoselas para no despertarlos y así salieron sigilosamente. Las aves dormidas ni se inmutaron.
Eso fue hasta que....¡¡ZAS!!
-¡AaaaaHHH!- Un grito no muy masculino salió por parte de Dick al despertarse ante el sonido del trueno que hacía unos segundos se habia presentado.
-¡¿Bárbara, estas bien?!- Tim había entrado en la tienda de Dick sin permiso, tenía el almohadazo marcado y el pijama desarreglado.
-¡¿A quién le dices Bárbara?!-Preguntó Dick enfadado,Tim miró de un lado a otro en busca de presencia femenina.
-¿Entonces fuiste tú quien...?-
-¿Y ese grito? ¿Kory está aquí?-Preguntó Jason interrumpiendo al otro. Al igual que Tim habia entrado sin esperar invitación. Jay llevaba abrazada la almohada de la manera más masculinamente posible y se negaba a soltarla.
-No, al parecer fue Dick el que...-
Una vez más Red Robin fue interrumpido.
Damian llegó y con mirada indignada por haber disturbado su sueño cuestionó:
-¿Y ese grito de mujer? ¡Maldición Richard! ¿No puedes contenerte ni una sola noche?-
Dick los miró ofendido y alegó:
-¡Fui yo quien gritó! ¡No hay ninguna mujer! ¡¿Vale?! ¡¿Qué pasa con ustedes gente?! ¡No es como si cada dos por tres esutiviera con una chica al meterme en la cama!-
-Pueees...-Tim quería argumentar, sin embargo el sonido de un objeto siendo arrastrado cerca de la tienda de acampar, le cortó la idea.
-¿Qué es eso?-Preguntó incómodo el tercer Robin.- Viene de afuera- Manifestó.
-Parece ser el ruido de una persona arrastrando un cadaver- Aseguró Damian pegando la oreja a una de las paredes de la carpa.
Dick suspiró. -Damian, ya hablamos de esto, no todos los ruidos tienen que ver con asesinatos-
-No, no, el pequeño monstruo tiene razón-Aseveró Jason.
-No lo alientes- Se quejó Dick.
-¿Qué?-Interpeló Red hood-Solo digo la verdad, yo ya he arrastrado muertos, así que yo ya sé como suenan, no es mi problema si a ti...-
-¡Cállense y escuchen!-Exigió Tim. Los cuatro petirrojos pusieron atención. Por alguna razón todos estaban más nerviosos de lo que deberían.
-Se escuchan...Pasos...¡Hay alguien en nuestro jardin!-Exclamó Damian, y tanto él como Red hood se propusieron salir.
-¡¿Qué creen que hacen?!-Preguntó Tim tomando a ambos por los hombros.
-Si alguien entró al jardin de la mansión Wayne habrá que matarlo.-Explicó con simplesa el segundo Robin.
-¡No puedes ir matando gente así como así!-Vociferó Dick
-¿Por qué no Grayson?-Cuestionó Damian sin poner realmente atención.
-¿Por qué? ¡Porque yo lo digo, por eso! ... Esperen...No,no.. Eso sono igual a Bruce...¡Porque está mal!-
Antes de volver a la discusión, una risa de niña se hizo presente; al mismo tiempo una sombra apareció corriendo.
Esto hizo que a los hermanos se les pusieran los pelos de punta, obviamente ninguno lo aceptó... excepto...
-¡Oh por Superman!-Exclamó Dick abrazandose a Tim-¡Es Coraline estoy seguro!-
-¡Para ya Dick, es solo una pelicula!-Reprochó el menor.
-¡Esto es una perdida de tiempo! ¡Voy a salir!-Exclamó Damian, y dicho ésto dejó solos a los tres hermanos.
-¡Damian, no!-Gritó Dick. Sin embargo ya era muy tarde-
-Si alguien pregunta por qué se murió, todos estamos de acuerdo en que él solito se ofreció como ofrenda voluntaria ¿No?-
-¡Jason!-Regañó Dick
-Bueenoo...-Empezó Tim, pero al ver como el mayor le miraba, calló de inmediato.
-¡Ya basta! ¡Los dos van a salir y van a traer a Damian aquí!-
Antes de que los dos menores pudieran protestar, las paredes de la carpa empezarón a sacudirse, como si alguien las golpeara freneticamente desde afuera.
-¿Qué..Qué es eso? ¡¿Qué eso?!...-Preguntó Tim alarmado-¿Chicos? ¡¿Chicos?!- Demasiado tarde, sus hermanos lo habían abandonado.
Sin esperar un segundo más él también salió corriendo.
-¿Dónde está Damian?- Preguntó Dick, recobrando el aliento a la par que Tim se les unía. Se encontraban de espaldas a la fogata que antes habían colocado y miraban de un lado a otro.
-¿Cómo voy a saber eso? ¡Yo estaba en la cabaña contigo!-Respondió Jason enfadado, sin saber el por qué sentía el miedo expandirse por su cuerpo.
-Bueno, bueno...Cálmense, la película nos alteró a todos-Intentó razonar Tim- Yo creo que...-
El crepitar de la fogata que hace unos segundos se encontraba apagada les interrumpió. Los tres voltearon al unísono con cara de susto.
-¿Qué demonios están viendo?-Damian llegó por detrás de los otros y se posicionó junto a sus hermanos.
-¡Dami!-Exclamó Dick con alivio -¡¿Dónde estabas?!-
-...Eso no importa ¿Quién prendió la fogata? ¡Tt! Es un desperdicio de leña-
-¿No fuiste tú?- Preguntó Tim
-Obviamente no.-
-¡AAAaaAAAaaAAAHHHhhHHHHHH!- Un grito agudo se oyó no muy lejos de ahí.
Jason se puso pálido.
-¡¿Qué mierda fue eso?!- Red Hood volteó a ver a sus hermanos pero para ese entonces Dick ya había tomado a Damian con un brazo y a Tim con el otro, para después salir corriendo y llevárselos directo a la mansión.
-¡No me dejen hijos de...Batman!- Gritó la peor ofensa que se le ocurrió en ese momento y también salió corriendo.
....
Ya en la sala de la mansión se reagruparon los cuatro, empezando de nuevo una de sus ya acostumbradas discusiones.
-Qué cobarde Todd ¿Por qué no te quedaste a pelear con lo que sea que fuera eso?-
-Oh perdona, hasta donde sé yo no soy del equipo de los cazafantasmas.-
Las luces de la mansión parpadearon.
-¿Dijiste fantasmas?-
-Cálmate Dick, los fantasmas no existen, lo que vimos y oimos debe tener una explicación razonable.-
-Bueno, se supone que tampoco existen los zombies, pero mira Drake, tienes a Todd como hermano.-
-Eres un mocoso demoniaco. Lo sabes ¿No?-
-Dejen eso ya ¿Dónde esta Alfred?-
Las luces parpadearon de nuevo a la vez que la voz del mayordomo se hacía presente a sus espaldas.
-¿Me llamaban maestro Dick?-
Los cuatro hermanos voltearon.
-¡Oh, Alfred! Qué alivio. Nosotros...-Todos se quedaron estáticos al ver el rostro del britanico. La sangre escurría por sus mejillas y sus ojos habian sido reemplazados con botones de camisa; en una mano cargaba una aguja con hilo y en la otra una bandeja con 4 pares de botones; había  azules rojos amarillos y verdes.
-Debo decir jovenes amos que estaba indeciso entre elejir botones de acuerdo al color de sus ojos, o que combinasen con sus trajes. ¿Ustedes qué piensan?-
Los cuatro chicos que se habían quedado petrificados salieron de su transe.
-¡¡AAAAAHHHHH!!-Gritaron al unísono y salieron corriendo.
Dick y Jason por un lado y Tim y Damian por el otro. En ese momento todas las luces se apagaron.
*Con Dick y Jason*
Ambos jovenes corrían uno a lado del otro completamente a ciegas, sin embargo Jason, quien tenía suficiente auto confianza, todavía conservaba algo de fe en su memoria. Por eso al pasar por un pasillo paró de golpe a su hermano.
-¡Ven, por aqui!- Demandó Jason y echó a correr.
Dick con ciertas dudas le siguió...Eso fue hasta que reconoció el camino.
-¡Espera! ¡Por ahí no! ¡Ahí estan las...!-
-¡AaAhHgH!- En un vano intento por sostenerse, Todd tomó de la muñeca de Grayson haciendo perder a este el equilibrio y ambos rodaron escaleras abajo...
Richard abrió los ojos-...¡Estoy bien!-Exclamó triunfal.
-Ahh-Se quejó Jason- Yo no, caiste encima mío, imbecil-
Dicho esto Dick se levantó y ayudó al menor a hacer lo mismo.
-No veo nada. Supongo que no traes una linterna contigo ¿Verdad Golden boy?-
-Mmm..¿Cuenta mi brillante personalidad?-
Jason rodó los ojos y siguieron caminando, Dick se rió a modo de disculpa.
-Oye Jay...-
-¿Mmph?-
-Sé que normalmente no nos da miedo la oscuridad, ni nada y bueno sé que esto usualmente no se lo pediríamos a otro hombre pero si quieres puedes...-
-¿Quieres que te tome de la mano?-Preguntó el otro con sorna.
-¡¿Podrías?! Digo...bueno,si, si tú insistes, lo que sea para ayudarte  a ti Little wing...-
El segundo Robin solo guardó silencio. Nightwing después de unos segundos rió nerviosamente.
-Oye Jay-
-¿Mmm?-
-¿Tienes frio?-
-Pues... algo, supongo-
Volvieron a guardar silenció.
-Oye Jason-
-¿Qué?-
-¿Has bajado de peso?-
Al fin algo por lo que Jason sonrió con orgullo.
-Bueno, si, ya sabía que no eras tan bestia para no notarlo. Digo no es por nada pero hace semanas que sigo una nueva dieta, además a Roy le dió por meternos a los dos a un nuevo gimnasio y...-
-No se tú Jay- Interrumpió Dick -Pero yo si fuera tú, tendría cuidado con esa dieta, tienes la mano... un poco, bueno... ¡Muy huesuda!-
Volvieron a guardar silencio. Esta vez Jason habló.
-Dick-
-¿Qué pasa little wing?-
-Mis dos manos siguen en mis bolsillos...-
-...-
-...-
En ese momento se prendieron las luces ....La bruja de ojos de botones apareció y con una voz ronca habló:
-¿Quieren ser parte de mi familia?-