El anhelo de brillar

Pensó y con todo su corazón tuvo el anhelo de ver la  superluna
Y así ver su espectacular luz que la hace admirar,
como con tantos defectos se sabe amar y brillar sin parar.

Su corazón no deja de pensar y de sus fases empieza hablar.
La Luna nueva tan singular, sin dejarse ver inicia un nuevo despertar,
dejando ver que a pesar de las caídas siempre hay un nuevo día,
y sin importar lo difícil que sea, sigue creciendo brillando sin parar,
sin importar que otro meteorito la pueda lastimar, ella siempre sabrá comenzar.

Sigue con el cuarto creciente mostrando que nadie la va a parar.
Sigue creciendo y creciendo aunque le hacen falta partes nadie la deja de admirar.

Llego la Luna llena, y brillando en el cielo profundo se vio rodeada de estrellas,
pero ninguna le quita su luz y belleza, que la hacen parecer perfecta,
a tal punto que hace de una noche normal una noche ideal,
magia o fantasía pero a ella le encanta verla de noche y día.

De repente llega la fase más dolorosa para el corazón que la ve hermosa.
El cuarto menguante que a la fuerza la hace empezar de cero.
Poco a poco por una oscuridad la hace pasar,
pero ella no se preocupa, porque su corazón le dice que volverá y brillando más.

Su corazón no deja de palpitar se enamoró de la Luna,
y sus imperfecciones que la hacen tan real y aún así no deja de brillar.
Ella no puede evitar salir todo los días y contemplar la luz del astro que le enseño a amar.
Y al cerrar sus ojos en un sueño de inmensa felicidad siente que la puede tocar.