Mαкє Iт Rιgнт - 𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗

🌯 𝟙𝟚 🌯

P.O.V. Jimin

Viernes, 7:00pm.

Media hora.

Faltaba exactamente media hora para que Jeongguk llegara a recogerme para ir a nuestra primera salida (cita) sorpresa.

El muy lindo durante éstos días ni siquiera quiso darme una pista mínima de a dónde iríamos y eso, me seguía poniendo cada vez más indeciso en cuanto a cómo vestirme y qué atuendo podía usar, que sin importar el lugar, quería lograr que fuera de acuerdo a eso sin problema.

Eso sin añadirle el hecho de que los nervios mezclados con la emoción seguían apoderándose de mi pecho ante el pensamiento que saldría a pasar tiempo junto a Jeongguk por primera vez, por lo que eso tampoco ayudaba a controlarme ante la situación.

Aunque al final, luego de haber tomado una relajante ducha, me dejé llevar por lo que Jeon me había dicho y me terminé decidiendo por un conjunto que fuera más que nada cómodo.

Entonces fue que opté por una camisa mangalarga de seda color blanca y de botones, la cual era un poco más grande que mi talla y que terminé combinando con un jean "wide leg" azul claro y unas botas con un estampado blanco y negro.

Maquillé ligeramente mi rostro y peiné mi rosado cabello haciendo ligeros rulos con el rizador. Y para terminar, me coloqué mi perfume favorito de Coco Channel y dí una última mirada al espejo.

Complacido con mi aspecto final, fui entonces a revisar que todo estuviera en orden en mi departamento antes de que llegara Jeon, llevando mis llaves y mi celular en mi mano y guardando mi billetera en mi bolsillo de atrás.

Y es en varios segundos después que escucho la bocina de un auto proveniente de afuera.

Hablando del rey de Roma.

Al salir de mi departamento y asegurarlo, lo primero que veo es al pelinegro con su espalda apoyada en la puerta del copiloto, mientras me dedicaba su típica sonrisa.

Maldita sonrisa que no sale de mi jodida cabeza.

Yo solo caminé hacia él, cruzando mis brazos y mirándolo con una ceja arqueada.

- Que guapo, muñeco.

- Gracias. Tú tampoco te ves...mal. Para nada, de hecho.

Y sí que me estaba conteniendo al solo decir eso. Su atuendo lleno de estilo consistía de una camisa mangalarga de rayas con colores muy de otoño y que combinó con un pantalón casual color negro. Al tener doblados el borde de las mangas de su camisa me permitió así notar tatuajes que antes no le había visto, así como lo pequeña que era su cintura al tener la camisa metida dentro del pantalón y más pegada a su cuerpo. Y las botas negras que tenía puestas, terminaron dándole ese gran toque.

Definitivamente, Jeongguk iba a matarme con tanta belleza, maldición.

¡Jimin! Contrólate, por el amor de Dios.

- ¿Y por fín me dirás a dónde iremos?

- Nope.- dice soltando una risa al ver como solté un suspiro de fastidio. - Solo te puedo asegurar que te va a gustar, o eso espero.- termina de decir con las manos en sus bolsillos y mirándome con ojos sonrientes.

- ¿Y qué me asegura que no vas a secuestrarme?

El pelinegro baja su mirada antes de reír tapando su rostro unos instantes, tomando una actitud levemente nerviosa.