Capítulo 6: Independencia

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La función de la madurez es dar estabilidad por medio de la experiencia, los conceptos trillados de actitudes y parámetros básicos ya son cosa del pasado, o no tanto del pasado... Nunca han sido vigentes y las personas han decidido creer que alejarte de ser alguien divertido y social, carismático y jovial estrechamente están relacionados con ser maduro, cosa totalmente alejada de la realidad.

A tus 15 años te vinieron a celebrar tu verdadero cumpleaño feliz. No fué exactamente en tu familia ni en la casa donde regularmente tu tía Betty solía congeniar a toda la familia. Fué en tu secundaria, un día que por tradición había dejado de ser importante algunos amigos se fueron a la labor de hacerlo un poquito mejor. Ése día discutían sobre cuántas monedas faltaban para comprar tu torta, cuántos vasos traer... Y todo fué tan bien hecho que ni tu lo sospechaste. Vendarte los ojos y decirte ése día ¡SORPRESA! Definitivamente llenaba de alegría hasta el alma menos conmovida; no sé cuántas veces le pedí a Dios dejarme estar contigo para compartir esa alegría tan grande que sentías, mas sé que ni el milagro más grande era comparado con por fín ver tu felicidad...

En ése día entendiste que si actúas bien, no necesariamente debe irte bien, sino que con el pasar del tiempo había la esperanza sólo de que sintieras paz; y ése día llevaba la brisa de que cosas nuevas venían y vaya que tenía razón...

Fuera de los amores plásticos que habían llegado a tu mocedad, destacaba era la poco capacidad que podían durar y es que ni estabas listo para amar. Siempre viste tus relaciones desde otro nivel que no compartían contigo, dabas lo que creías correcto pero no se trataba de lo que podían dar por ti, sino de quiénes se querían quedar de verdad... Amar no se trata de lo que deseas tener, sino de lo que necesitas para ti, para formarte, para crecer, para ampliarte.

De allí partiste entendiendo que era necesario salir, dejar la opresión de todo cuánto no creyera en ti. Pero debías culminar de estudiar y faltaba poco... Faltaba poco para independizarte de una vez. Sólo 17 años te bastaron para saber TODO lo que necesitabas, estar en la calle te pudo mostrar que no siempre las intenciones de la gente son buenas, mas la gente suele ser buena sólo porque no quiere, porque todos nacimos ángeles, todos nacimos inocentes y la falta de malicia no debe ser el señalamiento a desarrollar sólo porque pasen los años.

Parecía todo tener sentido, tantos esfuerzos, tantas noches hasta tarde estudiando ése dia de tu graduación de secundaria. Al fín eras libre y podías empezar a tomar desiciones sobre ti mismo con criterios... Cosa que no sería bien vista y no puedes negar hoy que intentaste complacerlos: fuíste a estudiar Informática sabiendo que no te gustaba. No era lo que querías para ti y no pretendías comerte 5 años de tu vida en algo que no ibas a poder fluír. El hecho de que hayas decidido estudiar Turismo y Hotelería (Carrera más afín que encontraste debido a que no tenías dinero ni mucho menos tiempo para disponer) ya era el principio del fin: ya no podía sostenerse una relación familiar que no iba a ningún lado. Venías cansado de trabajar y estudiar y tenías que lidiar con comentarios y actitudes que querían nada más alejarte de tus objetivos.

¿Decidiste bien al irte? No. Estabas muy joven ¿Era necesario hacerlo? Sí. Un gran sí... Había mucho que aprender, pero no era limitante ni era la primera vez que veías tu mundo cambiar. Pero si estabas cambiando mucho, por dentro realmente.

Todo empezó en el fallido intento de estudiar Informática. Era frustrante ir a una universidad donde te sentías no encajar, era difícil hasta aplaudir posiciones ideológicas sin siquiera querer entenderlas de lo absurdas que son... Pero se abstrajo todo con una sola mirada. No era la niña más linda de todas, pero sí la más hermosa que hasta ahora habías visto: la primera que se puso en la labor de estar para ti y tocar los temas más sensibles.

Era sofocante saber que alguien te quería tanto ¿Cómo era posible? Si nunca te has caracterizado por ser el más atractivo. PERO ESPERA; ¿¿QUÉ HACES CON TU ROPA?? -- Definitivamente hasta eso ya te preocupaba y al parecer... A ella no. ¿Para qué agobiarte?

¡Es que sí! ¡TODO ESTABA MAL! No era ni estaba en tus planes

El amor de verdad entró, te buscó y no pudiste huír de allí. Era el segundo... Esos que dicen que son los más lindos, los más dulces e intensos. Y para ti, era lo más bonito del mundo. No entendiste que las rosas también tienen espinas...

La Sombra del Caballero de 1001 BatallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora