Alpha Ikender
•Convivencia•
Caminé con la mirada baja hasta los rincones más alejados del bosque, arrastraba el cuerpo de un hombre que, alguna vez en su vida fue bueno. Y es que de hecho, las personas nacen puras, con el alma completamente limpia, es la vida, las circunstancias y el tiempo, quienes se encargan de inyectar oscuridad en cada una de ellas.
Dejé lo que quedaba de él al aire libre, almenos le serviría a los animales para alimentarse.Mis ropas estaban empapadas de sangre, jamás olvidaré su mirada al ver cómo bebía de él, como lo disfrutaba, quizá fue el momento, pero, vi en sus ojos un reflejo pequeño, como una chispa de arrepentimiento.
Me dí la vuelta soltando un pequeño susto de miedo.
—¿En serio tienes que ausustarme así todo el tiempo?— La pelirroja estaba de brazos cruzados. Hizo una señal hacía atrás, se refería al cadáver del hombre.
—Si, si, ya se, se supone que no debo matar humanos, digamos que por está vez hice una excepción— arrugó su frente en un puchero de disgusto.
—Victoria no seas, no se tan, tan Victoria—hice un ademán con mi mano restándole importancia.
—¿Qué necesitas querida Hermana?
Me hizo sus señas comunicándose conmigo. Tenía que reunirme con Lort Ashton para ir a casa del Alpha.
Después de todo, ya era momento de que ese tal “activismo” entre lobos y vampiros se llevará ha cabo.—¿Tú no conoces a Lort Ashton verdad?—negó con la cabeza.
Ella trabajaba para otro clan, y recientemente se cambió al mío. Aunque parezca ridículo, el salario es mucho más bueno si tú jefe es Lort Ashton y es que pues, está ropita no es barata. Tampoco mis cremas antienvejecimiento, aunque nunca tendré ni una arruga, hacen que mi piel sea más suave.
—Bueno vamos, te encantará conocerlo.
~*~
El sol se colaba por las cortinas, me encantaba ver esos amaneceres tenues, en donde los rayos apenas estaban tomando su intensidad. Giré mi cabeza viéndolo fijamente, su boca ligeramente abierta, esos labios rosados y cabello despeinado. Lo hacían ver hermoso mientras dormía. Había pasado un día desde que me entregué en cuerpo y alma al Alpha. La marca que llevaba en el cuello, de ser invisible apareció a un costado de este, era una especie de símbolo, pareciera más una letra, simplemente me encantaba. Me puse de pie, aún era muy temprano pero, muy pronto empezaría a llegar gente, especialmente vampiros.
Entré a la ducha dándome un baño rápido con agua caliente, al salir me coloqué unos jeans negros ajustados, opté por colocarme un fino suéter blanco tejido, puesto que hacía frío, estaba segura que está noche llovería, a pesar del sol que ya había saludado a la luna, varias nubes lo acompañaban a su alrededor. Bufé cansada de tener el cabello tan largo, necesitaba cortarlo pero, no era el momento, a parte que no quería molestar a Ikender. Pensé un momento y supuse que si lo hacía yo misma, no quedaría tan mal. Primero me hice una trenza, busqué unas tijeras en los gabinetes del baño y encontré un par debajo del lavabo. Mordí mi labio nerviosa, colocando el filo de estás en medio de mi cabello.
ESTÁS LEYENDO
ALPHA IKENDER +21©
WerwolfC o m p l e t a Él era el gran Alpha de Alemania. Ella una humana esclavizada. Él fue libre toda su existencia. Ella estuvo cautiva cinco años, su padre la había vendido al peor hombre que la pequeña Eider pudo conocer. Estaba en medio de las vías...