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Jackson Lee Felt, un chico de 17 años, hijo de uno de los mayores y más importantes embajadores del país, Christopher Felt. Sin madre. Rico, desgraciado, infeliz, y sin corazón.

T/n Cyr, una chica latina de 16 años, sin padres, vive en un orfanato, un poco desgraciada, pero "feliz" con su vida. Depresiva, bipolar, sensible, pero con corazón. Sus padres murieron por culpa del ejército del embajador del país. Desde ese momento, T/n fue la persona más fría y borde que te podrías encontrar en el orfanato.

POV Jackson

-Joder.. Jamie, trae algo mejor de comer. ¡Esto es asqueroso! UHG! -grité indignado, ya esta mierda de sirvienta no traía nada decente, me cansé.

Me fui indignado de la cocina, subí a mi cuarto y cerré la puerta con un portazo que hizo eco en toda la mansión. Decidí ir a la piscina del jardín trasero, abrí una de las muchas puertas que tenía mi armario, la de los bañadores. Cogí uno cualquiera, y me empezé a desvertir. Me quité la camiseta, revelando mi buen cuerpo, trabajado, con abs y todo eso. Mis brazos también trabajados, y mis muslos te podrían machacar el cráneo.

Me puse el bañador, cogí una toalla, bajé los dos pisos de escaleras y fui a abrir la puerta para salir, pero me topé con un tío que se creía alguien. Le miré mal, él le echó un vistazo a mi cuerpo.

-¿Qué quieres? ¿Quién eres? Vamos, contesta. -dije mirándole con desprecio, él sólo rodó los ojos.

-Vengo a darle esto, no se ponga así. -Me extendió una carta, yo la cogí y le volví a mirar.

-¿Algo más? -dije antes de echarle un último vistazo a la carta, era un sobre negro, tenía un pequeño sello rojo vino, me gustaba, tenía lujosidad.

-No, mi señor, me voy, hasta luego. -hizo una reverencia y liberó la entrada de la puerta, abrió la cancela y se fue en su coche. Esto me estaba extrañando un poco, después le preguntaré a papá que cojones pidió ahora.

En fin, fui adentro a dejar la carta sin cuidado en la encimera de la barra de la cocina y me fui corriendo a tirarme en la piscina un rato.

POV T/n

Uhg, otra vez almorzar pan con atún. Apenas como, porque siempre sirven lo mismo, asco. Miré a las demás, cómo comían como si nunca hubieran comido en 2 años,  me miraron de vuelta, con mala cara, y yo las ignoré. Escuché pasos, me dí la vuelta.

-Eh.. ¿por qué nos mirabas? -dijo Stephanie, la típica rubia de bote que se creía guay y siempre iba con dos de sus "amigas" acompañandola, nunca iba sola. Ella tenía una cicatriz que pasaba desde la ceja izquierda hasta casi la nariz, de pequeña casi la matan, pero no deja de ser odiosa.

-No os miraba, déjame. -dije cortante, mirando a cualquier lado menos a su cara.

-Huh, envidiosa.. -dijo riéndose, pero se reía sola, hasta que pegó dos guantazos a sus acompañantes, indicándoles que se rieran ellas también. Yo me reí levemente burlona.

-¿Envidia? ¿Yo? ¿De tí? Ni en tus sueños, Stephanie.. -me reí en su cara, y paré en seco delante suya, le reté con la mirada más desafiante que podía, hasta que le empujé la frente con mis dedos índice y corazón, ella gritó ofendida.

-Ay.. madre mía, mi amor, ¿estas bien, princesita? -dije mirándola con asco, pero luego me reí melancólicamente. Escupí en el suelo y me largué de ahí, dándome la vuelta sin decir nada, todo el mundo estaba en silencio, les mandé a la mierda a todos y me fui a mi cuarto, a coger una llave que me dió la jefa que lleva el orfanato, me llevo bien con ella y tal.

En el orfanato, no puede salir nadie, a no ser que le hayan adoptado, claro. Pero Lucy tenía experiencia en estas cosas, y le había pasado algo similar a mí, así que éramos amigas, se podría decir. Por rso me dió la copia de la llave del orfanato, para poder salir y entrar cuando quisiera. Eso hice, salí, pero para no hacer ruido, salté la valla trasera. Me dí un largo paseo, en ese me encontré mascotas abandonadas también, podré ser fría, pero no significa que no tenga compasión por otras cosas o seres.

También ví familias felices, me entristecí un poco, sí, pero es lo que hay. Y me distraje mientras me iba donde el instinto me llevara, hasta que casi me choco con una.. una mansión muy grande. De repente, escuché un chapuzón, y un grito de diversión seguido de ese. Me molestó en los oídos, así que decidí investigar. Me metí en unos rematojos que había en el gran jardín, que lo rodeaban prácticamente, hasta que ví que en una piscina, había un niño de probablemente unos 18 años seguro, haciendo tanto ruido. De repente salió, y se estaba acercando hacia donde yo estaba, así que decidí saltar el muro. Mierda.

-Eh! ¡¿Qué haces, niña ladrona?! -dijo con una voz más o menos grave, yo miré hacia atrás para poder verle la cara, pero lo primero que me fijé era en su cuerpo, santa mierda.

-N-nada, adiós. -terminé de saltar la valla y me fui corriendo al orfanato de nuevo, tenía miedo, nunca antes había contactado de esta manera con alguien que no fuera del orfanato.

18:34 p.m

POV Jackson

Me quedé todo el día pensando en esa niña rarita que entró en casa, ¿quién se creía que era? pft. Papá vuelve a las 19, así que me pondré ya la ropa, tengo que decirle lo de la carta. Me salí de la piscina y me puse la toalla en los hombros, entré en casa y corriendo fui a mi cuarto, para no empapar el suelo.

-¡Jamie, limpia el suelo, lo mojé de agua! -dije a lo lejos.

-¡Sí, ahora voy, Felt! -me respondió de vuelta enseguida, y escuché la puerta del cuarto de limpieza abrirse, a veces sí que servía para algo la niña.

En fin, me duché y me puse una camiseta rosada, y unos pantalones grises. Me tiré en la cama y me puse a ver Netflix.

POV T/n

Hace tiempo volví al orfanato, y nada nuevo había pasado, así que decidí quedarme en mi cuarto, claro que sí, antes duchándome y cambiándome a el pijama. Me tumbé en la cama y puse la televisión, pero no echaban nada interesante, resoplé. Me revolví en la cama hasta encontrar una posición cómoda, y cogí el móvil que me encontré hoy en la calle, en el suelo tirado. Estaba intacto, y lo quería arreglar. Aparentemente no estaba cargado, así que me lo escondí dentro la funda de la almohada, y me fui a ver si Lucy tenía algún cargador, seguro que sí. La ví ahí, sola en su oficina.

-Lucy.. no tendrás por ahí algún cargador de teléfono de sobra, ¿no? -dije mirándola, captándole la atención.

-Emmm, déjame ver en el cajón de trastos, seguro que sí. -seguido de eso, abrió ese cajón, y a la vista ya había uno. -Aquí, mira, llévatelo -dijo cogiéndolo y extendiéndomelo a mí. Yo lo cogí y sonreí.

-¡Gracias, Lu! -le abracé agradecida y me fui al cuarto, y enseguida saqué el móvil de la funda de la almohada y li enchufé para cargarlo. La pantalla se encendio, y un brillo de esperanza de iluminó en mí.





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⏰ Última actualización: Jun 14, 2020 ⏰

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𝐢𝐝𝐟𝐜 - 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 𝐅𝐞𝐥𝐭 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora