Viveka caminaba por los corredores subterráneos que había bajo la casa y que conducían a los laboratorios ubicados dentro de una montaña. Por primera vez en mucho tiempo, tenía miedo. No quería revivir las torturas que tuvo que soportar de niña, y mucho menos deseaba que sus amigos creyesen que era una traidora.
Debía escapar.
Miró de reojo a su alrededor. Seis guardias la custodiaban. Miró después sus manos, atrapadas en unas esposas electrónicas. Aquél aparato era nuevo, y puede que funcionara con otros, pero para retenerla a ella no eran la mejor opción.
Respiró profundamente y en un pestañeo ya había tumbado a cuatro de los centinelas e iba a por el quinto. Le noqueó con un par de golpes en las costillas, pero para cuando se encargó del hombre que restaba, este ya había hecho sonar la alarma.—Maldita sea... —masculló la joven, quitándose las esposas con facilidad con la atronadora sirena de fondo. Tenía que salir de allí.
Echó a correr en dirección a la que creía que era la salida, pero no tardó en encontrarse completamente perdida. Parecía que hubiesen cambiado toda la estructura desde la última vez que estuvo allí. Nada le resultaba familiar.
Unos pasos lentos hicieron eco por el blanco pasillo y se detuvieron a unos metros de ella. Contuvo el aliento nerviosa y se volvió hacia la persona recién llegada. Su padre tenía el semblante más calmado que nunca, y eso solo exacerbó su creciente inquietud. Aquella expresión sólo significaba una cosa. Peligro. Adriano estaba colérico, aunque no se notase a primera vista.
Si quería huir, tendría que pasar antes por él, ya que el resto de la seguridad debería ser fácil de vencer. Pero aquel era su padre, y eso empeoraba mucho su objetividad. Sin embargo, no podía dudar.
Apenas lo pensó. La luz blanca del pasillo se tornó oscura y azulada y Viveka se lanzó hacia el hombre con sus puños envueltos en electricidad azul. En un intento por engañarle, hizo el amago de ir a lanzarle una bola de plasma para después hacerle un barrido, pero su oponente lo esperaba. Adriano saltó en el momento justo en que ella se agachaba y extendía la pierna, y aprovechó para propinarle una fuerte patada en las costillas a su hija que la proyectó varios metros más lejos. La joven ignoró la falta de aire y se incorporó para lanzar unas bolas de plasma que se estrellaron contra la pared y el suelo, pero su padre ya estaba tras ella.
—No pensé que mi hija fuera una embustera —dijo con dureza mientras le inyectaba con rudeza una buena dosis de vedonita en el cuello— Juraste que te quedarías conmigo.
—Yo no juré... nada... —gimió.
Viveka intentó mantenerse fuerte ante el insoportable ardor que comenzó a extenderse por todo su cuerpo, pero una simple frase consiguió que perdiera la esperanza y se abandonara al dolor que su propio padre le había causado.
—Espero que te hayas despedido de tus amigos.
Era el fin.
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Blue Shadow •[TERMINADA]•
Fiksi IlmiahESTA HISTORIA ES LA VERSIÓN RESUMIDA DE MI OTRA HISTORIA "BLUE SHADOW: VA", POR LO CUÁL CONTIENE SPOILERS. ESTA LA HICE PARA UN DESAFÍO Y ES SÓLO LA BASE DE LA OTRA. RECONOCIENDO LEERLA DESPUÉS DE "BLUE SHADOW: VA", QUE ESTÁ CASI TERMINADA Y TIENE M...