Era lunes. Y tenía Historia. A primera hora para más Inri.
Realmente había dudado mucho entre ir a clase o no, pero me había dicho a mí misma que nadie era lo suficientemente fuerte como para asustarme, mucho menos Niall McBain.
El profesor llegó con paso apurado y se sentó rápidamente tras la mesa colocando su maletín. Era más joven de lo que esperaba en un profesor de Historia. No tendría más de 35 años y aunque no era el hombre más guapo del mundo, he de decir que tampoco era feo. Cuando dirigió la mirada a la clase, sus ojos se posaron en mí. Fue poco tiempo, unos segundos, pero suficiente para hacerme saber que en esta asignatura no tendría nada difícil un aprobado. Me dedicó una suave sonrisa y luego miró al resto.
- Bien, chicos, ya he notado que ha habido novedades en esta semana. Más concretamente, una cara nueva.- Y volvió a mirarme. Me hacía sentir el blanco de todas las miradas y no es que me hubiera costado mucho en este tiempo.- Espero que haya recibido una buena acogida, señorita...
- Woods.- puntualicé.
-... Woods, es bueno tener caras nuevas por aquí de vez en cuando.
- Acogida no sé, pero cogidas tiene unas cuantas.- Escuché decir a un chico detrás mía y apreté mis puños para no voltearme.
Estaba acostumbrada a que me vieran como un objeto, pero eso no significaba que empezara a gustarme en algún momento. Malditos hombres, malditos penes andantes.
- Yo la he probado y no es para tanto.- En esta ocasión fue otra voz la que intervino por lo bajo. Su voz.
- Maldito hijo de perra.- Siseé.
- ¿Decías algo, cariño?- Me sorprendió el aliento de Niall rozándome la nuca.
Esta vez no pude aguantarme y me giré, sin sorprenderme porque estuviera sentado detrás de mí. Seguro lo había hecho a posta...
- Tal vez sí no fueras tan jodidamente aburrido en la cama y no la tuvieras tan pequeña, me hubiera esforzado un poco más.- Gruñí con ponzoña bañando mi voz y cuando percibí el horrible silencio que nos rodeaba me di cuenta de que la había cagado.
Bien. Acababa de reconocer públicamente haber tenido algo con él. Genial. Era simplemente genial.
- Uuuh...- Oí que coreaba un grupo de chicos divertido. Para mi sorpresa, Niall me miraba fijamente, sonriendo.
- Imbécil.- Escupí antes de girarme hacia el frente.
- Puta.- fue suficiente. Me giré y le golpeé la cara con la mano abierta. Él me miró con los ojos como platos y eso me hizo sentirme completamente satisfecha.
- Woods. Fuera.- escuché la voz del profesor y entonces parecí volver a la realidad. Vaya imagen debí haberle dado.
Me importaba un carajo. Estaba volviendo de nuevo mi yo problemático, tal vez no había dejado de serlo en realidad y ahora en lo único que podía pensar era en que a quien había echado era a mí y no a ese capullo.
Me levanté lentamente, mirando desafiante al profesor, dejándole claro que me parecía fatal que a él no le dijera nada.
- Espere ahí un momento.- Me dijo cuando abrí la puerta.- Y tú, Niall, voy a hablar con Sawyer y le diré lo ocurrido. Así que prepárate para la semana de suspenso.- Y dicho eso, salió junto a mí al pasillo y cerró la puerta.
- Vamos a dirección.- dijo antes de empezar a andar, dejándome atrás. Pude ver la cara de enfado de Niall a través de las cortinas entreabiertas que había en el ventanal de la clase y juro que esa imagen pagaba por completo el paseo a la dirección.
Le seguí con paso lento por unos cuantos pasillos y evitando exteriorizar mi sonrisa interior.
- Empieza con buen pie, Woods.- susurró el profesor mientras bajábamos las escaleras. Pude oír diversión en su voz. Se giró lo justo para guiñarme un ojo y yo decidí alcanzar su paso.- Reconozco que Niall puede resultar bastante molesto a veces...
- A veces...- me burlé y él soltó una pequeña risa.- Pero no parece que pague por ello.
Se detuvo frente a una puerta y me miró fijamente.
- Créame que él se ha llevado el peor castigo.- dijo muy seguro.- Que yo sepa a esta hora nunca está el director, pero si Reeds, y él se encargará de hablar con Sawyer, su entrenador.
Así que en el fondo me estaba ayudando. Le sonreí sin terminar de creérmelo.
- Espero que sepa aprovechar esta oportunidad que le estoy dando, Woods, y no tenga que volver a presenciar una escena tan bochornosa.- Asentí ahora seria y le seguí a través de la puerta.
Dentro había una gran sala, muy parecida a la secretaría, pero con sillones más grandes y sin ningún mostrador. A un lado de la sala había un amplio pasillo, con numerosas puertas que parecían despachos y al fondo se podía leer Director Thompson al lado de una puerta cerrada. Cogí aire lentamente, esperándome lo peor cuando vi que se abrió la primera puerta a la izquierda y salía Reeds. Así que parecía que el profesor de Historia no había mentido.
- ¿Qué ha pasado, Marcus?- preguntó Reeds sin apartar un solo segundo la vista de mí. Me revolví nerviosa, me intimidaba su dura mirada y más después de lo ocurrido el viernes.
- Ha habido un pequeño incidente con Niall Mcbain.- Comenzó a decir muy seguro Marcus. Reeds me miró frunciendo el ceño.- Empezó a insultar a la señorita Woods y digamos que ella se mostró un poco afectada, así que decidí traerla aquí para que se calmara.- Reeds asintió lentamente, tragándoselo todo y realmente hubiera besado a Marcus si no estuviera el engañado delante.
- Está bien, ya me encargo yo de esto.- Siseó Reeds dedicándome una oscura mirada que hizo que se me detuviera la respiración. Mierda. ¿Por qué no me gustaba nada esa mirada?
- Bien, colega, espero que hables con Sawyer.- Dijo un sonriente Marcus, ajeno a los estragos que estaba causando en mí su colega.
- Yo me encargo.- repitió más seriamente esta vez Reeds y pude oír como la puerta se cerraba a mis espaldas.
No podía mirarle a la cara. Quise correr.
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Después me iré
RomanceAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...