I fall in love with my science teacher - Supercorp OneShot

I fall in love with my science teacher

En el instante en que la ví, quedé idiota. Lena Luthor, profesora de ciencias. Ingresó al instituto hace tres años, cuando tenía quince años. En ese momento, había hecho saber a todos de mis preferencias. Me gustaban las chicas y todos lo sabían. En el colegio, mis padres, mi hermana Alex.
Así que no era de extrañar que su mirada constante sobre mi me pareciera extraña. Lena Luthor podía ser una mujer intimidante, muchos bajan la mirada ante una suya. Yo siempre le di una sonrisa siempre que podía o me detenía a admirarla. Profesora recién recibida, científica y con un gran futuro para sus 25 años.

En estos tres años que la conozco y la veo rondar el colegio me han dicho como ella está de paso ya que sus planes son mayores. Eso me dió inspirador a considerar hacer planes grandes para mi vida también.

Y claro, tengo un enamoramiento por ella que me hace perderme en horas de clase imaginando lo que se sentirá probar sus labios. Y aunque ella me mira mucho y seguido, no tengo idea de si es gay, ya que siempre está con esa cruz colgada en su cuello y se muestra muy seria. Seguramente es de familia religiosa o algo así.

Tres años de miradas, sin decirnos nada. La típica relación de profesora-alumna. Corrección de trabajos, consejos... Lo normal.

Pero la cosa cambio cuando en mi último año de secundaria ella fue seleccionada como profesora acompañante en los campamentos que el colegio insistía en organizar.

Un campamento en un sitio de camping a cuatro horas de Midvale. Así que cuando comenzamos el viaje, me senté contra la ventana para al menos tener un paisaje para mirar. Todos habían traído sus reproductores de música pero yo no tenía eso así que me tenía que conformar con mirar hacia afuera.

—¿Te importa si me siento contigo?

La voz de la profesora Lena llamó mi atención y le sonreí.

—Oh, para nada. Adelante, hay espacio.

Me sonrió y se sentó a mi lado. Mi corazón quedó en la garganta y no podía creer mi suerte. El autobús inició su rumbo mientras todos se adaptaban a la actividad distractora de las próximas cuatro horas.

—¿Olvidaste traer un reproductor? —Me preguntó Lena y la observé con pena.

—No tengo uno desde que mi hermana y yo nos peleamos por él y lo rompimos. —Dije y levantó una ceja rienso—. Mi madre adoptiva nos dijo que no tendríamos uno hasta que trabajáramos y lo costearamos por nuestra cuenta.

—Oh, entiendo. —Dijo riendo y me miró—. ¿Qué tipo de música te gusta?

Y así comenzó nuestro viaje. Hablando de música por algo rato. Descubrí que le gusta la música pop igual que a mí. También hablamos de películas, clásicas y modernas, romances de siglo veinte Vs. Romances del siglo veintiuno.

—Y hablando de romances... —Dijo cruzándose de brazos con una sonrisa divertida—. ¿Estás enamorada? Digo... Sé que dejaste en claro tus preferencias. ¿Te gusta alguna chica?

Sentí que me quedaba roja. ¡Oh, Diablos! Aclaré la garganta y sonreí tímida.

—Pues no me gusta una chica, me gusta una mujer. —Le dije y se mostró sorprendida—. Pero es imposible para mí.

—¿Y eso por qué? Ya tienes 18 años.

—Porque esa mujer es mi profesora. —Le dije y quedó muda—. Y estoy segura de que ella no quiere problemas con su alumna por mucho que yo tenga 18 años.

—¿Pero cuál de las profesoras te gusta?

Preguntó bajando la voz. Todos en el colegio sabían que la profesora de matemáticas y la de contabilidad, ambas, son lesbianas. Así que seguramente me preguntaba por ellas. ¿Es que no era obvio que no era ninguna de esas sino ella?