Capítulo 1

119 12 3
                                    

-¡Emma, baja ya! ¡Tu padre y yo nos tenemos que ir ya!

-¡Pues iros! ¿Acaso no es lo que hacéis siempre?

-Emma, ya hemos hablado de esto unas cuantas veces- Se oyo la voz de mi madre en el marco de mi puerta. -Y venga, levántate que es tu primer día, y no querrás llegar tarde ¿no?

Bufé. Mis padres siempre eran igual. Siempre pendientes de lo que hacía, de dónde estaba, con quién iba... Y lo más agobiante, pendientes de que estudiara y sacara las "notas perfectas". Yo ya sabía que eso les daba igual, toda mi vida les daba igual. Lo único que les importaba es que tuviera bien preparado mi futuro para ser la heredera de Bancos Sun, su empresa.

Me levanté como pude, estaba super cansada. Me metí a la ducha y me relaje durante quince minutos. En ese tiempo tan relajante oí a mi perro Kay ladrar pidiendo comida, y cerrarse la puerta de casa con un portazo. Mis padres se habían ido.

Salí de la ducha y me puse el nuevo y feo uniforme. Me arreglé un poco mi larga cabellera rubia y me eché el rimel de todos los días. Bajé a la cocina y me cogí un par de magdalenas y un batido de chocolate, los cuales me tomaría en el camino. Salí por la puerta y ya me esperaba William con el coche.

-¡Hey William! -Salude al que llevaba siendo toda la vida mi chófer.

-Buenos días señorita, al colegio ¿no?

-Sí.

Nuevo colegio, nueva casa, nueva ciudad. Se podría decir que he cambiado de vida de nuevo. Son tantas las veces que llevo haciendo esto por el trabajo de mis padres, que ya estoy acostumbrada.

-Llegamos señorita, a las cinco en punto la recojo.

-Sí, ¡Chao William! -Me despedí. Se podría decir que tenía más cariño a William que a mis propios padres.

Salí del coche y ante mí tenía un enorme y antigo edificio. De cuatro plantas, con un jardin precioso y muy bien conservado. La entrada la protagonizaba una fabulosa fuente. Mire hacia todos los lados y observé que toda la gente que había en aquel lugar se notaba que venían de familias ricas. Subí las anchas escaleras para entrar, mientras sacaba el horario que me indicaba a que clase tenía que ir.

-Vaya mierda que es todo esto...-Dije mirando el horario y bufando a la vez.

-Opino lo mismo -Oí detrás mío- Soy Brooke, encantada.

-Yo soy Emma, igualmente -La sonreí. Parecía una buena chica.

-¿Necesitas ayuda?

-Sí, por favor. No se por dónde se va al aula 214.

-¡Hay! ¡Es la misma que yo! Ven, sígueme. -Me dijo agarrandome y tirandome de la mano para que la siguiera.

Llegamos a una clase muy grande, con las mesas escalonadas y la gente ya sentada.

-¿Se puede? -Dijo Brooke.

-Sí, pero que sea la última vez. Los horarios están para algo. -Dijo el típico profesor tiquismiquis.

-Ya ya... -Dijo Brooke, a lo que se oyo una pequeña carcajada de toda la clase. Esta chica no tenía verguenza alguna.

Solo quedaban dos stios arriba del todo, al lado de dos chicos bastante monos. Uno era alto, de ojos verdes claros y pelo rizado. El otro era alto también, pero con pelo rubio, y con unos ojos azules que me dejaron sin palabras. Subimos. Brooke se sentó al lado del rizado y se puso a hablar con el, dejándonos al rubio y a mi en los extremos, observándonos cuidadosa y disimuladamente.

                                                                                                GRACIAS POR LEER. @niallmyfeels_

Opposite PolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora