Apenas habían pasado dos días desde que escapamos. La gente de la Industria y parte del gobierno-incluyendo militares encubiertos- nos estaban buscando por todos lados y Blakely decidió que lo mejor era quitarles los rastreadores a los chicos. Sería un proceso que tal vez llevaría un día y dejaría a los chicos un poco débiles, pero eso era mejor que tener a un militar apuntándonos a la cabeza después de todo lo que habíamos hecho para escapar.
Mientras le sacaban el chip a Stella, los demás subimos a un pequeño gimnasio que tenía el científico en su casa, un cuarto de concreto que olía a cal, con pocos metros y sin ventanas en el piso superior. Nos proponíamos mejorar nuestros poderes cuanto pudiéramos. No avanzábamos demasiado pero por lo menos Erick ya podía tele transportarse sin quedarse como una estatua, Ciro ya no necesitaba usar sus dos manos para mover cosas; Arthit intentaba averiguar cómo dañar con las sombras y no solo moverlas. En cuanto a Audrey, era la más avanzada junto con Stella que no demoraban en convocar cosas o transformarse en distintos estados de la materia.
Y yo, yo era otro asunto. Intentaba que Shaeidy conectara conmigo y me dejara armar cosas como aquella espada, pero no cooperaba en absoluto, así que decidimos probar con otro tipo de sangre que Blakely consiguió de una manera muy sospechosa. Logré que se balanceara hacia los lados y levantar pequeñas gotas, pero lo que yo quería practicar no podía hacerlo delante de los chicos.
De por sí ellos ya estaban un poco asqueados con el olor a sangre, e intentar liberar siquiera un poco a Shaeidy sería un peligro.
Stella volvió al gimnasio con una pequeña costura en la muñeca post- operatorio, ya solo quedaba Ciro quien sería un caso bastante difícil, debido a la toxicidad de sus marcas negras y que el científico debía ser muy preciso con cada punto que tocase.
El ambiente a veces era algo tenso, aunque creyéramos en que nos habíamos vuelto un gran equipo. Blakely y su ayudante, quien me estaba pasando sangre por una pequeña jeringa, no tenían demasiada confianza en Erick por lo que había pasado con Jolene. Ellos podrían estar hablando telepáticamente y contándose cada cosa que planeábamos.
Debía admitir que yo también tenías mis dudas, pero quería creer que Erick no nos traicionaba. A decir verdad, lo más probable era que su hermana gemela ya estuviese muerta o siendo producto de algún experimento.
-¿Todo bien?- preguntó Audrey acercándose.
-Claro- respondí eludiendo los pensamientos sobre el chico que le gustaba. La enfermera Sara me pegó un algodón al brazo y se alejó- ¿Tú estás bien?
Audrey se quedó tiesa a mi lado y agachó la cabeza como si no quisiera decir lo siguiente. Luego tragó con fuerza y estiró una de sus manos para tomar la mía. Aquello hizo que me alertara porque Audrey solo hacía esas cosas cuando algo enserio la atormentaba.
-Ém, sé que todo parece estar saliendo de maravilla pero a veces tengo dudas de que el plan funcione- susurró muy cerca de mí para que los demás no escuchasen- es decir, el daño más grande que podemos hacer es inyectarnos la cura o matar a unos cuantos pero el gobierno seguirá sin nosotros. El plan de esas extrañas cosas sobrenaturales que aún no me explico seguirá en pie.
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ÉMORY: cuando los monstruos gritan
Mystery / ThrillerEn un mundo donde se desata una enfermedad que hace que los humanos se transformen en horribles criaturas, Émory Wester es voluntaria para conseguir la cura de la Siriasis para su padre. Ella es secuestrada y llevada a un lugar remoto del gobierno d...