ENCONTRÉ MI ONE PIECE (AcexLectora)

34. Supernovas

Archipiélago Sabaody

Luego de que la nakama de Luffy presentara a Law y a Kid, una de las tenryuubitos subió al escenario con una pistola, apuntando a la sirena.

-Esto es imperdonable -dijo llamando la atención de todos, aunque estaban algo lejos- Como hemos llegado a esto, ¡Mataré a la sirena que buscan!

-¡Ah! ¡Los 500 millones de berries! -exclamó un hombre, quién Yara dedujo era el dueño de la casa de subastas- ¡Por favor espere, Santa Shalria! Aún no han pagado ese artículo...¡Se lo ruego! -rogó nervioso.

-¡Silencio, plebeyo! -gritó la mujer disparándole. A Yara le hirvió la sangre, no era como que el fuese un inocente, después de todo comerciaba humanos. Pero odió que quien le disparara fuese un Dragon Celestial y no una persona que desease verdadera justicia- Bien, pescado. Este será tu fin -terminó de decir.

-¡Maldición! ¡Camie-chan está en peligro! -exclamó Sanji.

La sirena dentro del cristal que la tenían encerrada y esposada gritó cubriéndose.

-¡Deja de moverte! -gritó la tenryuubito- Muere.

Yara se dispuso a correr a detenerla, pero sabía que no llegaría a tiempo. Se maldijo a si misma por no ser más rápida.

Pero de pronto, "Santa Shalria" cayó desmayada.

Seguidamente, hubo una pequeña explosión en la pared principal del escenario, de donde salió un hombre y detrás de el ¿Un gigante?

Todos miraban incrédulos, sin saber qué estaba pasando.

Hablaron entre ellos, Yara no alcanzó a entender lo que se decían.

Pero sí reconoció al hombre misterioso al instante.

Este rió con fuerza, luego miró a su alrededor.

-Vaya, parece que llamamos un poco la atención...-lo escuchó decir.

Luego, se dirigió al gyojin que había sido baleado por un tenryuubito antes, al parecer se conocían. Le preguntó por qué estaba herido, pero volviendo a mirar la situación logró comprender lo que había sucedido.

-¿Ustedes lo salvaron? -preguntó a los presentes, enfocando su mirada en Luffy- Bien.

Una poderosa vibración se sintió en el lugar, desmayando a todos los guardias.

Yara sonrió, definitivamente era él. Curiosamente, las tres personas que pensaba encontrarse en esa isla estaban en el mismo lugar.

Todos quedaron sorprendidos ante lo que acababa de hacer.

El viejo volvió a levantar la mirada, haciendo contacto visual con Yara. La miró de pies a cabeza y su boca se abrió.

-¿Yara? ¿Eres tú? -preguntó con una sonrisa- ¡Que grande estás!

-Rayleigh-san -respondió Yara de la misma forma- Que gusto verte.

Raileigh sonrió y miró a Luffy.

-Ese sombrero de paja le queda bien a los hombres intrépidos -dijo mirándolo con atención- Quería conocerte, Monkey D. Luffy.

Luego, se acercó a la sirena.

-Voy a quitarte el collar, ¿Estas lista? -le preguntó. Los humanos que vendían en la casa de subastas tenían un collar que explotaba si intentaban sacárselo o huir.

-¡Espera, viejo! -le dijo una ¿Estrella de mar parlante?- ¡No cometas una locura, va a explotar!

-Ya hemos visto explotar el collar de un esclavo -dijo Chopper con su voz dulce de siempre.