El chico de la mochila Roja (LS)

Capítulo 3

Harry no entendía porque el chofer del tren no se había detenido en el momento en el que él le había pedido. Estaba seguro que no podía ser el único pasajero de todo el tren que vio caer aquel chico de cabello castaño por la quebrada, alguien más debió haberlo visto. Tomó su equipaje y se apresuró a bajar del tren, cuando este se detuvo por completo en Harlow preguntando a todas las personas que descendían con él de la máquina.

-¿usted estaba del lado de la ventana que daba hacia el bosque?

Algunos pasajeros lo miraban como si Harry estuviese loco, otros no entendían de que hablaba y algunos simplemente le ignoraban. El menor se encontraba en un estado de desesperación, el tren no se detenía en ese lugar, e ir a pie era casi imposible, no conocía la zona y era probable que también caería en una quebrada si no iba acompañado. Suspiró una vez más y se sentó en el banquillo más cercano, no sabía qué hacer, era la única esperanza de ese chico de mochila roja y no podía dejarlo morir ahí afuera. Algo dentro de él no se lo permitía.

-¿tú también lo viste caer?- preguntó una voz a su lado

-Harry se volteó esperanzado- nadie quiere ayudarme, por favor, ayúdame a encontrarlo

-El extraño se giró hacia él y sus ojos castaños se toparon con los de Harry- los dos solos no podemos, necesitamos ayuda, esas quebradas son muy difíciles de recorrer, además, no te ves muy atlético que digamos

-Harry se observó por un momento, sus botines, jeans ajustados y su gran abrigo le daban la apariencia de un viajero con dinero, no de alguien capaz de subir y bajar montañas- Puedo comprar un par de zapatillas y buzo si hace falta, necesito encontrarlo

-¿eran muy cercanos?-preguntó

-Harry se sonrojó. ¿Cómo le explicaba a un extraño que no sabía nada de aquel chico?- Ah, lo conocí en Essex, en un hostal, solo sé que lleva una mochila roja y es mochilero

-oh genial, ¿no sabes su nombre?

-no... yo... no se lo pregunté- titubeó

-El desconocido suspiró de manera pesada- eres la única conexión que tiene este chico para seguir con vida y solo sabes que tiene una mochila roja, genial

-¡No me retes, apareció de la nada queriendo compartir la habitación conmigo! Me asusté- se defendió Harry

-Bien, bien- volvió a suspirar- iremos con mis amigos, conocemos parte de las quebradas, no todas pero de pequeños solíamos jugar ahí, recorreremos algunas y veremos qué pasa, ¿sí?

-Harry asintió lentamente- soy Harry. No quiero cometer el mismo Error

-Zayn- se presentó- dejarás las cosas en mi casa, te hospedarás ahí, estás demasiado estresado para pasar la noche solo

-Harry sonrió levemente ante el gesto- Gracias Zayn, al menos si me pierdo sabes que me llamo Harry

-Zayn rió- no te perderás, te lo aseguro

*

Louis despertó e intentó moverse. El peso de su mochila logró que descendiera varios metros. Comenzó por sus brazos, los estiró comprobando que no existieran lesiones en ellos aparte de las visibles, cortes y moretones por la caída. Estiró sus dedos y tocó su cabeza, revisando nuevos cortes, pero no encontró rastros de sangre. Respiró aliviado.

Fue entonces cuando intentó mover las piernas, su pierna derecha funcionaba, pero su pierna izquierda era otra cosa, gritó al mover su tobillo. Cerró sus ojos y se sentó, sus años de mochilero le daban experiencia para saber que debía revisarse con cautela el golpe, primero observó el terreno notando que había caído varios metros por un lugar que sabía que no podría subir, lo único que parecía positivo en ese momento era que junto a él corría un rio, en donde podía limpiar sus heridas y cortes para revisar bien su tobillo, Louis sabiendo que no iba a poder levantarse, con cautela se separó de su mochila y se arrastró hasta el agua deshaciéndose de su ropa antes de ingresar, dejando solo su polera y sus boxers en el agua, no quería pescar un resfriado en medio de la nada.