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Mi semana estaba siendo una muy ajetreada para ser sincera.

Hoy me había levantado como de costumbre para ir a un local un poco más alejado de la ciudad.

Por ser perezosa me había levantado muy tarde así que me duche y me coloque mi uniforme.

Tome una manzana y una botella de agua para comérmela cuando llegara al lugar.

Tome mi celular y las llave de mi motora y baje corriendo del complejo.

Cuando estuve en el subterráneo el auto de Marcus claramente no estaba.

Hoy debía estar en la oficina como siempre.

Conduje por una hora en el expreso y mi corazón no dejaba de latir a las millas y no sabía el porque.

Presentía que algo pasaría.

Cuando lo que me quedaba era media hora para llegar al lugar me detuve en un área de descanso de la carretera y envié mi ubicación a Alejandro por si pasaba cualquier cosa.

Volví a retomar mi rumbo hasta que llegué a una fabrica.

Por fuera no se miraba tan llamativa.

-Quizás estas comenzando- comente mientras me bajaba de la motora

Tome mi cartera y toque el timbre que había en la puerta

En segundos esta se abrió

-Buenas- hable mientras miraba a todos lados

No había nada que se pareciera a un restaurante.

Asustada me gire para salir, pero frente a mi había un arma que me apuntaba.

-No pensé que la novia de Sir Flames fuera tan estúpida para caer en la trampa- rio mientras yo daba pasos hacia atrás

-No me lastimes- dije con miedo

-Tranquila veremos cuanto tu novio te quiere- hablo otra voz mientras me tomaban de mis manos

-El no es mi novio- intente moverme para salirme de su agarre

-Tranquila gatita todo ira bien- rápidamente salieron mas hombres y comenzaron a amarrarme de los pies y las manos.

Mi cartera la tomaron y sacaron todo lo que tenia ahí.

- ¡No soy su novia! - grité desesperada, pero recibí una bofetada

-Calla esa boca – me señalo mientras alguien me colocaba un pañuelo en la boca para que no emitiera ningún sonido

Comenzaba a asustarme.

Mi respiración se iba haciendo cada vez más pesada.

Intente decir algo, pero nadie me entendía.

-Un ataque ahora no- pensé mientras lloraba en silencio

En segundo mi vista se oscureció sin saber de lo que pasaba.

No se cuanto tiempo estuve desmayada, pero desperté al sentir que me metían dentro de un auto.

Moví mi cuerpo rápidamente intentando salir.

-Sube que te lastimaras- hablo una voz que me daba un poco de tranquilidad de cierta manera

Ahora mis ojos estaban vendados así que no podía ver nada.

-Hermosa llamamos a tu novio, pero al parecer no te quiere rescatar así que ahora eres nuestra pensaremos que vamos a hacer con ese cuerpo que traes- escuchar eso me dio asco y odio hacía Marcus

Amor en la CocinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora