Amor en la Cocina

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-Tu padre no sabe que él es hijo de Hugo- sonrió mientras que por primera vez bajaba el arma

-Por lo que te puedo decir es que sería mejor que aprendas a defenderte- comento mirándome

El tenía que tener ganas de venganza por la muerte de su padre.

Ahora entendía porque le había quitado la casa a mi padre.

- ¿Quién me enseña? – dije llena de odio hacía mi padre y hacía Marcus

No entendía que plan podría tener en la cabeza.

-Lo primero es ser fuerte- comento antes de comenzar a golpearme

Recibía golpes en mi rostro, abdomen, espalda, bueno en cualquier área.

- ¡Duele! - grite mientras intentaba ponerme de pie

-Levántate y pelea- dijo mientras me seguía empujando contra el piso

Solo logre taparme el rostro con mis manos.

Luego de minutos dejo de golpearme

-Ven para que te curen- dijo mientras me ayudaba a ponerme de pie

No tenía noción del tiempo, pero en ocasiones alguien entraba para pelar conmigo en la habitación

Claramente me era imposible ganar, pero luego lograba  esquivar algunos golpes. 

-Princesa te dejaremos ir porque sabemos que él no vendrá por ti. Ya pasaron días así que será mejor que tu aprendas a defenderte. Por ahora un regalo de lo que era el arma de tu padre- dijo dándome un arma con el nombre de mi padre grabado

- ¿Con esta lo mató? - pregunte con lagrimas en mis ojos

Ya en este punto dudaba de mi padre por todo lo que me habían contado después en donde eran historias distintas

-Sería bien que le preguntes eso a tu padre, pero lo único que te diré es que esa arma nunca mato a nadie- hablo dándome el arma

La tome ya que no me podía negar a nada aquí.

-Aquí estas tus pertenencias y la llave de tu moto- me dio un bulto con todo

-Gracias- dije ocultando mi miedo

No sabía que más me dolía el hecho de que Marcus no llegó a rescatarme o que muchos piensan que mi padre mato a su padre.

Salí de la casa un poco lenta ya que me dolía el cuerpo por los golpes recibido.

Al salir estaba en una mansión grande con las iniciales de mi padre.

Me subí en la motora y arranque.

Tenía miedo de que se arrepintieran en dejarme ir.

Luego de estar bastante lejos mire mi celular.

Habían pasado cinco días.

Cinco malditos días en donde me tuvieron encerrada y recibí golpes. No tenía ni una llamada de Marcus.

Solo tenía mensajes de mi hermano, Alexander y mi padre.

No abrí ninguno primero quería estar en mi apartamento para sentirme segura.

Luego de varias horas había llegado.

Rápidamente subí a mi apartamento tenia que hablar con Antonio quizás el sabia algo.

Ahora mi vida esta rodeada de la ilegalidad.

Le mande un mensaje a mi hermano que lo necesitaba en mi apartamento en menos de dos minutos.