No recordaba como había llegado ahí, lo que si sabía que necesitaba volver, su hija estaba en peligro, ella lo necesitaba.
"No me puedo dar el lujo de morir, no aún." Pensaba; corrió por ese gran desierto, ¿Dónde estaba?
No tenía idea, pero le causaba una gran sensación de nostalgia. Era noche y las estrellas estaban en su máximo esplendor.
"Debo irme. Jolyne me necesita." Iba tan concentrado en eso, que tropezó y calló a la fría arena. Por alguna razón, eso lo lleno de impotencia.
Trató de levantarse y falló. Parecía que la arena lo jalase hacia abajo, dejándolo atascado. Como una arena movediza.
Poco a poco el suelo lo fue absorbiendo, estaba demasiado confundido y por más que trataba de salir no podía.
De pronto todo fue nada. Menos que nada. Como si el tiempo no existiera y la única emoción existente fuera el amor, la calma inundó su pecho.
Una suave brisa sacudió sus negros cabellos, poco a poco abrió sus ojos y cuando estuvo lo suficientemente despierto miró a todos lados.
Ahora era un campo, estaba bajo un cerezo, todo lo demás era pasto, nubes y un precioso atardecer.
—¿Dónde estoy?— trató de procesar lo que le pasaba, entonces una suave risa llegó a sus oídos. Una risa que conocía demasiado bien.
—Cuánto tiempo, Jotaro.— esbozó una sonrisa.
—No-Noriaki...— no supo cuando, pero sus ojos se llenaron de lágrimas y como un niño pequeño se abrazó a su delgada cintura— Creí que jamás te volvería a ver.
—Oh Jojo, yo siempre he estado ahí.— acariciaba los azabaches cabellos del contrario con mucha delicadeza— Me has hecho tanta falta...
—Lo siento.— aferró sus manos al uniforme verde del chico— Fui débil, te deje morir... ¡Prometí que siempre estaría contigo y falle! ¡Te falle!
Su voz salía rota y las lágrimas caían como torrentes. En toda su vida jamás lloró por la muerte de su pelirrojo, su amado pelirrojo.
—No fue tu culpa, mi destino era inevitable. Siempre estuviste para mí, tu siempre cálmaste mis miedos. Incluso estando en diferentes lugares me ayudaste.— un nudo en su garganta se formaba conforme hablaba.
—Por favor perdóname...— susurró entre sollozos— Por favor...
—No hay nada que perdonar. Te amo Jotaro y eso no cambiará con nada.— sutilmente levantó su rostro y dió un tierno y corto beso sobre sus labios.
—Jamás dejé de amarte. Estabas en mi mente siempre, Noriaki de verdad te amo...— unieron sus labios nuevamente— pero no me puedo quedar aquí.
—¿Qué dices— acarició su mejilla.
—Jolyne me necesita, tengo que irme. Perdóname por favor...— susurró pegando su frente con la del pelirrojo.
—Nada importa. Ya estamos muertos.— sus ojos violetas denotaban tristeza.
Eso fue doloroso para ambos. Algo se quebró dentro de Jotaro y con nostalgia sonrió.
—Si ya nada importa ¿Al menos puedo quedarme contigo?
—Obvio...— se recostó en las piernas del mayor— ¿Qué tal estuvo tu día?
—Bien...
—¿Si?
—Si... — acarició los rojos cabellos de su amado, mirando al atardecer— Tuve un buen día.
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Nothing matters (Jotakak)
Fanfiction-Nada importa. Ya estamos muertos.- sus ojos violetas denotaban tristeza. Eso fue doloroso para ambos. Algo se quebró dentro de Jotaro y con nostalgia sonrió. -Si ya nada importa ¿Al menos puedo quedarme contigo? Derechos de autor © - aluakapar - 2...