Suaves Hojas Verdes

La Calma Es Engañosa

El camino al reino más cercano resultó ser mejor de lo pensado, perdieron un par de hombres gravemente heridos, pero fuera de eso, el resto estaba en óptimas condiciones.
Esta vez Legolas no quiso presentarse ante el gobernante de aquel sitio, pensaba que atraería la mala suerte y como no, estaba siendo perseguido por los Nazgul; Se quedó vagando por el mercado de la ciudadela mientras Aragorn y Gimli hacían el trabajo "pesado". Caminaba ensimismado, tratando de unir las piezas de lo poco que sabían, pero una voz clave de un desconocido lo hizo salir de su trance y su modo automático de caminar, paro en seco haciendo que casi chocarán con el, miro hacia un callejón y vio a una figura encorvada y cubierta por una capa con capucha, apenas lograba divisar su rostro a pesar de su excelente vista; La voz ronca de aquella figura le pidió que se acercara, a lo que el rubio hizo lentamente y mirando a su alrededor, dándose cuenta que nadie más notaba a aquella figura escondida entre la oscuridad del callejón.

-¿Que es lo que quieres?- Pregunto Legolas claramente molesto.
-Joven principito berrinchudo, aún no sabes por qué te están buscando? ¿No te has dado cuenta que de repente todo está marchando bien?- dijo aquella figura de voz ronca mientras se descubría la cabeza dejando ver su horrible aspecto.

-Dejate de rodeos- dijo el rubio aún más molesto -Te ordeno decirme todo lo que sabes- dijo con voz autoritaria

-El que seas un príncipe no quiere decir que obedecere tus órdenes como tu amante pelinegro-

El rostro sorprendido de Legolas hizo sonreír a aquella desagradable figura, quien se fue adentrando en el callejón, dándole la espalda al príncipe mientras continuaba hablando con aquella desagradable voz.

-Oh así es, lo sé todo, su majestad Aragorn debía ser el nuevo rey y el mismo que moriría aquel día de desenfrenado ataque de los Nazgul, ¿o creíste que el matar al rey había sido meramente casualidad?- Legolas le siguió dentro del callejón escuchando incrédulo a las palabras del contrario.
-Tu debías caer en garras de los Nazgul ese día, pero Aragorn tuvo que arruinarlo todo, te salvo y no solo eso, lo salvaste tu a él... -

Legolas claramente molesto, tomo a aquel ser desagradable y lo estrelló contra la pared, poniendo uno de sus cuchillos en su garganta en clara amenaza.

-¿Quien diablos eres tu y por que sabes todo eso?!-

El ser desagradable se quejo del dolor y tomo el brazo que le sostenía contra la pared tratando de aligerar el agarre.

-No es necesario eso, solo debes saber que yo no fui el que lanzó todas las desgracias que han ocurrido y que están por ocurrir- Legolas escucho a lo lejos la voz de Aragorn y Gimli buscándole, a lo que aquel ser aprovecho el descuido del príncipe para empujarlo haciéndolo caer y antes de desaparecer en la obscuridad dijo...

-Sera mejor que regreses con tu papi si quieres volver a verle- acto seguido, desapareció sin dejar rastro, incluso Legolas que se levantó e intentó perseguirle lo único que consiguió fue una pared que marcaba el fin del callejón. El príncipe se maldijo internamente hasta que en un segundo recordó aquellas últimas palabras, su corazón dolió hasta hacerle sentir que perdía el aire, ¿Su padre estaba en peligro?, esa pregunta llegó a su mente y resonó varias veces hasta que se dio la media vuelta y corrió buscando a Aragorn con quien choco saliendo del callejón.
El pelinegro noto el comportamiento del rubio y enseguida le pregunto que era lo que sucedía...

El atardecer se hacía presente en el reino de Thranduil, quien se paseaba por el jardín de su castillo, con una expresión que nadie le había visto antes, y nadie se atrevía a acercarse a hablar con él, desde que su hijo había huido, el rey se paseaba por sus jardines solitario, con aquella nota en sus manos.
Una voz interrumpió su camino y al girarse se dio cuenta que se trataba de Gandalf el gris; la expresión del rey endureció, haciendole ver su tan propio porte inquebrantable que le caracterizaba. Hubo un corto silencio hasta que el mago decidió hablar...

-Solo hay una razón por la cual tu expresión cambiaría, y esa razón es tu hijo- pero rápidamente fue interrumpido por el rey.

-¿Cuál es la razón de tu visita?- preguntó autoritario sin llegar a sonar petulante.

Gandalf levantó los hombros haciéndose el desentendido y comenzó a caminar

-No lo se, e escuchado que tu joven hijo me buscaba, pensaba que tu lo habías enviado, pero al parecer no es así... Y por lo que veo, tu tampoco sabes donde esta- giro solo un poco para ver al silencioso rey quien se limitó a no responder aquella pregunta.

-El ataque nos afecto, pero no tanto como a él... Salió a buscar una respuesta, pensaba que quizá tu la tendrías- Dijo el rey mientras miraba hacia el cielo, aún preguntándose, donde estaría su hijo.

-Pero eso fue hace un par de meses, ¿sigues sin tener noticias de él y su paradero?- preguntó Gandalf

-En realidad no, quise seguirle, pero lo último que debo hacer es irme con los pocos hombres que me quedan y dejar sin resguardo a mi gente-

-Bueno, no me preocuparía si fuera tu, el príncipe puede defenderse perfectamente, y además esta acompañado por... - fue interrumpido por la voz autoritaria del rey.

-¡No lo menciones!, el es justamente la razón de mi preocupación- dijo en tono molesto

-Entonces, ¿su majestad sigue sin superar eso, eh?... ¿No entiende que solo fue un accidente?- preguntó Gandalf sin apartar la vista del rey.

-Accidente o no, no quiero que siga cerca de Legolas, ese pelinegro será el causante de su muerte!- dijo con frustración el rey.

-Pero si Aragorn le ha salvado la vida arriesgando la suya... ¿El príncipe ni si quiera lo reconoció?-

-No... Su memoria se perdió, no en su totalidad, pero lo suficiente para poder sacar a ese personaje de su vida; No esperaba que Aragorn fuese a entrar nuevamente en su mundo, y peor aún, en esta situación tan lamentable que esta ocurriendo- El rey se dispuso a entrar nuevamente a su castillo y dirigirse a su habitación.

Gandalf le siguió en silencio, hasta llegar a la habitación, primero entró el rey y después de pedir permiso, entró Gandalf, el silencio reino nuevamente en la habitación mientras Thranduil se acercó a la enorme ventana de su habitación y se quedó parado frente a la misma dejando sus manos detrás de su espalda, se escucho solamente un suspiro y el mago fue el primero en hablar...

-¿Aún no sabes nada de Arathorn, no es así?- pregunto el gris, a lo que el rey aligerando solamente un poco su semblante duro, suspiro y de entre sus ropas sacó un medallon, parte estética de una espada, que pertenecía al mismo Arathorn.

-En realidad nunca supe nada de el, nunca volvió por esto, así que posiblemente ya esté muerto- se giro hacia Gandalf y le mostró aquella pieza, la cual era el único rastro físico que se tenia de la existencia de Arathorn.

Gandalf entonces sostuvo la pieza y enseguida se dio cuenta que se trataba de un fragmento, de la empuñadura de aquella espada que siempre usaba el pelinegro.

-Pensaba que esa espada estaba siendo usada por.. - fue interrumpido por el rey

-Aragorn, pero no, esa espada se quebró, y fue lo único que quedó de ella, Arathorn me la entregó y dijo que la conservara hasta que el regresará- dijo y todo quedó en silencio nuevamente...

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Holi! Aquí está el nuevo capitulo! Disculpen la tardanza :'v esta noche me inspire y prácticamente se escribió solo jsjsjs amo todos sus comentarios <3 también quiero agradecerles sus votos, espero que les siga gustando jsjsjs me han hecho continuar esta historia que varias veces pensé en abandonar. Por cierto, se han dado cuenta? Jsjsjs qué sucedió en el pasado? Que diablos hace Arathorn aqui? Descubranlo en el final, el gran triunfo de woody!!

Bueno ya...
Fin del comunicao