Para Kageyama era muy extraño ya no ver de la misma manera a Hinata.
"Se ve...lindo..."
Hace dos días había descubierto que estaba enamorado del pelinaranja, de un día para el otro ya no lo veía como un fastidio por su imperatividad, dejo de gritarle a veces "idiota" y las peleas que frecuentemente tenían ya ni sé molestaba en poder ganar. Todo eso fue reemplazado por alagos cuando practicaban una de sus jugadas, tenían algunas conversaciones más tranquilas y en ocasiones le dedicaba sonrisas -espeluznantes-.
Los cuervos de Karasuno (y más Hinata) se habían percatado de este comportamiento y creyeron que Kageyama estaba enfermo, pero la mamá del equipo no tardó mucho para darse cuenta de que el número nueve padecía de otra cosa.
Ahora se encontraban limpiando el gimnasio después de otro entrenamiento agotador. Kageyama se encontraba terminando de guardar la red en la bodega, cuando de repente se acerco Hinata.
—¡¡Bakeyama!!.—lo llamo con su característica alegria que siempre portaba—¿Quieres estudiar conmigo? Los exámenes se aproximan y quiero sacar una calificación aprobatoria está vez.
Al principio le tomo por sorpresa la repentina invitación y lo que dijo, porque, quién creería que esa naranja con patas tomaría la iniciativa de estudiar para un examen. Pero luego se lo pensó y creyó que sería una oportunidad de tener un momento a solas con él. No podía evitar sentirse nervioso cuando estaban solos, pero este tipo de oportunidades no se presentaba siempre y aprovecharía por lo menos el tener la cálida personalidad del pequeño.
—Claro, vamos a mi casa si quieres— dijo tranquilamente, a Hinata se le hizo extraño que aceptara y que no le regresará el insulto.
—Esta bien.—murmuro— Oye, ¿Te encuentras bien? Se me hace raro que no me hayas llamado idiota y estés tan tranquilo.
El ojiazul entro en pánico, temía que estuviera sospechando de sus sentimientos hacia él. En ese momento no sabía que responder, pero antes de que siguiera pensando una escusa que decir, un trueno resonó por todo el lugar haciendo que todos dieran un brinco del susto.
"Ay no"
—Se ve que va ser una tormenta grande.— dijo Nishinoya asomándose por la puerta del gimnasio admirando el cielo nublado que poco a poco se iba oscurecido.
—Bien, terminen rápido de limpiar antes de que comienze a llover.— indico Takeda y después se escuchó el sí de todos.
De nuevo resonó otro trueno sobresaltado a todos.
—Kageyama, ¿Qué tienes?—cuestiono Yamaguchi acercándose junto con Tsukishima a este.
"Esto no puede estar pasando. Tranquilízate Kageyama. No hay que entrar en pánico..."
El mencionado estaba temblando de pies a cabeza y parecía que se le dificultaba respirar.
—¿Qué pasa?, ¿Acaso al rey le teme a los truenos?— cuestiono el de lentes mostrando una sonrisa burlona.
—Cállate, idiota.—respondió—No te preocupes Yamaguchi, solo tengo frío.
Y era cierto que se sentía mucho frío, pero también era cierto que le tenía miedo a los truenos. Desde que era un niño de seis años le tenía un gran temor a estos y cuando sonaban más fuerte comenzaba a entrar en pánico. Trato de superarlo, pero el miedo era más fuerte que su valentía.
Cuando ya todos terminaron de limpiar y guardar, salieron del gimnasio despidiéndose para luego dirigirse a sus casas.
—Vamos Kageyama, antes de que llueva.—dijo el pelinaranja para luego tomar la mano de el pelinegro para comenzar a correr en dirección a la casa de este último.
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T h u n d e r || Kagehina ✨
FanfictionLe tenía miedo a los truenos, pero si él se quedaba a su lado, cualquier temor sería solo un mal recuerdo al fin superado. 💫 Aclaraciones 💫 →Los personajes pertenecen a Haruichi Furudate. →No acepto copias ni adaptaciones de esta historia. →Cont...