Libro tres: Renesmee Prefacio

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Y entonces, cuando creía que nada podía ser peor, La realidad se distorsionó.

No había en el mundo ser más terrible que el que estaba ahora en frente de mí.

Ni tan hermoso.

Todo dejó de cobrar sentido en el momento que entendí que tal vez no sobreviviría.

Era el fin, y no tendría oportunidad de despedirme de aquellos a los que tanto amaba, y siempre amaré.

La venganza brilló en los ojos de mi cazadora. La escena no era muy diferente a la historia que ya había oído antes.

Las Swan no parecían estar rodeadas de tranquilidad.

Estábamos hechas para no poder defendernos, para no poder luchar sin necesidad de pedir a otros que nos protegieran.

Tal vez ese era el momento de cambiar, como lo había hecho mi madre. Ella ya no era débil. No más. Era ahora la más poderosa entre los nuestros.

Pero lo había sido, pues ese era mi primer recuerdo. Su fragilidad.

Encontró el camino para no serlo más. Esa era la clave.

Entonces, otra chispa de intuición se encendió en mi cabeza. Todo estaba dicho, Alguna de las dos no dejaría ese claro en las montañas, pues este se transformaría en la tumba de una.

Ocaso Boreal - Continuación de CrepusculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora