¡BASTA!
Te juro que no se quien soy, no soy el que dices.
¡BASTA!
yo no lo hice, no los mate, yo los amaba.
¡CRÉEME!
Bella diosa de ojos aperlados ayúdame a saber quien soy.
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"No es solo tuyo, es de los dos"
No puedo respirar, el aire está muy denso para mis débiles pulmones, ¿está lloviendo?, ¿dónde están las goteras?, estoy encerrado en un cuarto oscuro y mi cara está empapada en agua, una rica agua salada....me trae recuerdos. Aun puedo escuchar los regaños de mi madre: "come bien" y la risa contagiosa de mi padre cada que recibía un regaño de ella: "vamos, obedece a tu madre", como si yo.....como si yo los hubiera conocido. ¿Quién soy yo?, puedo escuchar una voz demaciado dulce a mi parecer, llamándome, ¿alguien me esta buscando?, a las personas que más he amado....terminan muertas, no quiero que pase contigo, dulce voz que no conozco, aléjate de mí. Una pequeña luz se posó en el cuarto, alce mis manos para poder apreciarlas, estaban sangrando, ¿por qué están tan dañadas?, tengo frío, tengo mucho frío, y mis ojos no paran de derramar agua "eres un monstruo", ¿quién dijo eso?, "somos un monstruo", ¿somos?, solo puedo recordar el rostro de muchas personas, ¿por qué están sangrando?, ¿quiénes son ellos?, "vamos, vamos, matalos a todos". A fuera de esa puerta de metal, existe alguien malo, alguien....que sabe quien soy, ¿quién soy yo?.
¡Demonios!, deja de jugar con mi mente, porfavor, no quiero dañar a nadie....solo matame, matame, por favor, matame.
--Kiba--. Escuche esa dulce voz de nuevo. --hay alguien en esta habitación--. ¿Me está buscando?, ¿quién es kiba?.
--¿sigue con vida?--. Desgraciadamente si lo estoy.
--Si--. Respondió una tercera voz, ¿quiénes son?.
--bien--. Escuche a ese tal kiba. --apártate, tiraremos la puerta--. ¿Me está hablando?.
La puerta de metal callo a pocos centímetros de mi cara, el polvo se levantó, pude observar rasguños en las paredes, ¿son de algún animal?. Mire de reojo la puerta y por fin pude verla, mis ojos se estaban acostumbrado a la luz pero esta perfectamente resaltaba en su cuerpo, ¿eres una diosa?, nunca había visto a una, los tres portaban un....¿un uniforme?, ¿por qué yo no tengo uno?, se acercó a mi con una mirada triste y sus compañeros me miraron con lástima, esa mirada...esa mirada es diferente a las que antes me han visto, es..es....¿preocupación?.
Se arrodilló y me acarició mi mejilla, su mano es muy cálida. --¿cómo te llamas?--. Me pregunto con una dulce sonrisa en su lindo rostro, ¿no...no te doy miedo?.
Observe cada detalle de su rostro tenía unos pocos rasguños en sus mejillas y su labio estaba roto, ¿qué te pasó bella diosa?, pero lo que más me atrapo fueron esos ojos, esos malditos ojos, son como dos perlas. No podía recordar mi nombre, no se como me llamo, ¿qué le dire?. Tome su mano para poder levantarme, mierda, me duele todo el cuerpo y al parecer ella pudo notarlo.
--Esta muy lastimado--. Le dijo a sus compañeros acomodando mi brazo en por detrás de su cabeza, ¿me estas ayudando?.
Salí de la habitación con pasos muy lentos, esa habitación oscura que por años me tenía cautivó, miré a los dos sujetos, uno de ellos tenía un perro, ¿por qué tiene un perro?.
--ya estas a salvo--. Me sonrió. --soy kiba--. Estiro su mano.
Me quedé observando su mano, ¿es un saludo?, mire al otro sujeto, era del tipo que da miedo, no le podía ni ver el rostro de tanta cosa que tenía puesta.
--bien...--. Dijo algo incómodo kiba retirando su mano. --creo que las presentaciones serán después--. Río.
--¿cómo te llamas?--. Hablo el chico misterioso.
Pensé durante unos minutos, mi vista seguía perdida en el suelo, tal vez este me de una respuesta.
--no...no lo se.....--. En realidad no lo sabia.
Sonrio la bella diosa que me tenía entre sus manos. --te llevaremos con....---. Su voz se escuchaba débilmente. --¿estás bien?....--. Todo está dando de vueltas.
