Salí casi corriendo del café, la biblioteca estaba tan solo a un esquina del starbucks, no me tomo mucho tiempo encontrar a Agnes, y definitivamente ya se estaba haciendo tarde, me preguntaba si sus padres estarían preocupado de que llevara tanto tiempo fuera de casa.
Y la vi allí, sentada en el piso con la espalda posada en uno de los libreros en el penúltimo pasillo de la biblioteca, la cabeza entre sus piernas y las manos sobre su cabello, como un ovillo, imagino que intentaba cubrir la vergüenza que sintio cuando salio de sus casillas por el drama que ella misma armo, fue un poco difícil encontrarla, recorrí casi todos los pasillos, pero lo logre.
-Agnes? que haces?
Ella seguía sentada allí sin mirarme, al oír mi voz se meció sobre si misma de derecha a izquierda y luego volvió a su posición inicial, me acerque y me senté a su lado en silencio.
Me empece a preocupar por que no levanto la cabeza en todo el rato, entonces oí como si sollozara, pero no estaba seguro.
-Agnes?- insistí, acerque mi mano a su cabeza, y las metí por debajo de sus manos para sacar su cara del mini ovillo humano que se había vuelto, y cuando la vi, con su cara toda mojada y roja me quede sin palabras, no supe que decir o que preguntar, mas bien no sabia como expresar las dudas que me recorrían sin afectar en algo su estado en ese momento.
-No me mires- me respondió y aparto la cara para secar sus lagrimas con las mangas de su abrigo.
Pase una mano por mi cabello, y la tome del rostro para que me mirara.
-Que sucede? porque estas así?- le pregunte, intentando deducir qué de todo aquello le había afectado tanto, si lo miro desde todos los ángulos posibles, no es como si hubiese sido algo tan grave, pero en fin, las chicas son una cosa, y Agnes es una chica mas complicada e indescifrable que las demás.
-Te atreves a preguntar que me sucede? te haces el idiota o viniste así de fabrica?- una lagrima se asomo en su rostro, y estos se pusieron rojos de nuevo, antes que irrumpiera en llanto le seque la lagrima con mi dedo, y le dije que estaba bien.
-No llores, no fue tan grave, se que te avergonzó lo que paso, pero tranquila, no es como si valiera la pena que llores tanto por esa tontería-le respondí ignorando lo alterada que estaba, de verdad considero que no fue para tanto.
-Lo se, pero no viste como todos me miraron, hice el ridículo, y solo di mas crédito a esa estúpida para que todos me vean como un bicho raro y mas razones para que ella brille. Perdona por arruinar tu invitación, en verdad fue divertido hasta que ella llego y también perdón por estar tan alterada, se que no fue tu culpa- Uy! escuchar sus palabras me hizo sentir bien, no lo negare, es linda, inteligente, amable y pues quiero hacerla mi amiga y veo que todo va por buen camino.
-No seas tonta, mírale el lado bueno, justo en este momento no estamos discutiendo- ella dejo escapar una sonrisa en ese momento, pero aun se veía triste, Dios sabe que cosas pasan por la mente de esta chica.
-No lo hacíamos hasta ahora- se termino de secar las lagrimas- eres un insoportable! siquiera puedo llorar en paz, también eso me lo arruinas!
No pude evitar reírme.
-Y tu eres un bipolar- mi tono fue un poco mas alto de lo que debía.
-sssssssssshhhhhh, jovencito, se te olvido que estas en la biblioteca- la bibliotecaria interrumpió mi escándalo.
-Salimos de aquí, umpalumpa?- le dije con una sonrisa.
-Va! mi amigo amigo con F- le extendí la mano y ella la tomo.
Se refería a mi así por mis malas calificaciones, o algo mas, sin embargo me sorprende que mi hoja halla sido volteada, ella termino haciéndome su amigo sin necesidad de pedírselo, al parecer las cosas van mejor de lo que yo mismo pensaba.
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El mejor peleador
RomanceCarlos un chico problemático, y mujeriego, se encuentra enredado con la novia del hermano de su mejor amiga, gracias a estos enredos se vera ligado a un sin numero de líos...